Este martes 21 de septiembre la Universidad de Los Andes reunió a un grupo de precandidatos presidenciales en un conversatorio sobre política de drogas. Los aspirantes debían responder SÍ o NO a estas dos preguntas:
1. ¿Usted reanudaría la aspersión aérea con glifosato?
2. ¿Su Gobierno apoyaría la regulación del uso recreativo del cannabis?
Así respondieron.
Camilo Romero, Alianza Verde
1. Glifosato, solo diría que sí si fuera para fumigar la Casa de Nariño. Pero evidentemente, no al glifosato.
2. Como sucede en varios estados de Estados Unidos y en varios lugares del mundo, sí.
Juan Manuel Galán, Coalición de la Esperanza:
1. No al glifosato.
2. Apoyo la regulación del uso adulto, informado y responsable del cannabis. Lo orientaría a la exportación, para que Colombia participe en lo que el 2024 van a hacer 224 mil millones de dólares de mercado potencial. Eso generaría prosperidad y oportunidades de empleo para el campo colombiano.
Juan Fernando Cristo, Coalición de la Esperanza
1. Definitivamente, no. Es una barbaridad en salud, medio ambiente y totalmente ineficaz.
2. Definitivamente, sí. Hay que solo mirar el mapa de los estados en Norteamérica.
Juan Carlos Echeverry, Partido Conservador
1. La pregunta es ¿para qué el glifosato? Este no debe ser el núcleo de una polémica de drogas, pero la debemos mantener como una herramienta potencial de disuasión. Como tener Ejército es bueno como una herramienta de disuasión, pero no quiere decir que no use el Ejército, quiere decir que es una opción de última alternativa.
2. Si tenemos siete millones de niños en nuestras calles y los papás no saben si por las tardes les va a estar ofreciendo marihuana y cocaína, si no tenemos un Estado eficaz para proteger a las familias, se me hace descabellado. Protejamos a las familias y a los niños de Colombia, es la función de un presidente de la República. Es la típica idea que suena bien en la Universidad de Los Andes y funciona muy mal en el país.
Gustavo Petro, Colombia Humana
1. ¡Ni por el chiras! Una fumigación de una hectárea con glifosato vale más o menos 350 millones de pesos, hoy. Con eso se pueden comprar las mejores tierras del país para esos mismos campesinos y se soluciona el problema.
2. Permítame hacerle una crítica a su pregunta. No se trata de apoyarlo, se trata de no penalizarlo. Y tratar de desestimularlo pacíficamente sin agredir a la persona y al consumidor. En mi Gobierno no habrá penalización del consumo recreativo de marihuana o cannabis.
Rafael Nieto, Centro Democrático
1. En Colombia se usan 10 millones de litros de glifosato, solamente el 4,5 % se usa en coca. Si dejáramos de usar glifosato, la producción agrícola colombiana caería entre un 30 y un 40 %. Sí, hay que reanudar la aspersión aérea con glifosato.
2. Hoy no existe esa penalización, Gustavo. Yo creo que la pregunta era distinta. Yo creo que hay que defender los cultivos de uso industrial y de uso medicinal del cannabis, pero hay que estudiar con cuidado la posibilidad de los cultivos para uso recreativo porque hay consecuencias de salud pública muy serias que hay que desechar primero antes de dar ese paso.
Alejandro Gaviria, independiente
1. Definitivamente, no. Va contra la salud pública y el medio ambiente, y es ineficaz.
2. Estamos hablando es de la regulación adecuada del cannabis de uso adulto, bien hecha. Si se hace bien, estoy a favor de eso. Puede cumplir objetivos simultáneos de salud pública y de disminución de la criminalidad urbana. Sí a la regulación bien hecha del cannabis de uso diario.
Roy Barreras, Pacto Histórico
1. El glifosato es un fracaso, es un veneno y es parte de la fracasada guerra contra las drogas. No al glifosato.
2. En el resto del mundo y en los Estados Unidos está legalizado, aquí ponemos los muertos y los consumidores ponen la nariz para meterse la ‘perica’, no solo el cannabis. Sí a la legalización.
Paloma Valencia, Centro Democrático
- Hay circunstancias donde sí tenemos que usar el glifosato, depende el tipo de territorio, la población y el ecosistema. Uno no puede renunciar a herramientas que pueden ser eficaces.
2. Cuando uno mira el aumento del consumo sobre todo en jóvenes en Uruguay, entre 13 y 15 años, la probabilidad de desarrollar cuadros psicóticos del 50 % de esos jóvenes, ahí hay un tema que no podemos dejar de observar.