Por LUIS EDUARDO CELIS
Cuando se promulgó la constitución de 1991 Francia Márquez Mina tenía 9 años y vivía su niñez en la vereda Yolombó del corregimiento La Toma, recién constituido municipio de Suárez, que se instituyó como tal en 1989. Antes ese territorio era parte de Buenos Aires, municipio al norte del Cauca.
La gran mayoría de la población de Suárez es afroamericana, como Francia, población que convive con indígenas y campesinos. La historia de Suárez está marcada en las décadas recientes por dos hechos: la instalación de la represa de La Salvajina, terminada en 1985; y la lucha por la permanencia en el territorio de las comunidades que lo han habitado desde el siglo XVII, cuando negros y negras fueron traídos de África, esclavizados para la minería, ante los grandes intereses mineros y de otros sectores económicos por instalarse en este territorio. Todo ello en medio de las violencias de paras, guerrillas y un Estado que no garantiza protección y se le ve como otro actor más, que tampoco tiene el respeto ni la credibilidad frente a las comunidades.
Desde mediados del siglo XIX las familias afro tienen títulos de propiedad colectiva. Las familias más tradicionales son los Balanta, los Márquez, los Congo y los Mina, las cuales trabajaban de manera colectiva en la minería. Allí están las raíces de Francia.
En los últimos años se ha intentado la desviación del río Ovejas para aumentar la capacidad de La Salvajina. A esto se han opuesto las comunidades, que ya habían sufrido la construcción de Salvajina y dejó como damnificados a más de 6.000 personas entre campesinos, indígenas y afrocolombianos de los municipios de Suárez, Morales y Buenos Aires, y generó el desplazamiento de cientos de familias que perdieron sus viviendas, fincas y minas, todo un impacto social, cultural y en sus economías, que no fue debidamente atendido por el Estado colombiano.
Ante el propósito de desviar el río Ovejas el concejo comunitario de la Toma se opuso, junto a otros concejos de la región, cabildos indígenas y organizaciones campesinas. Allí participó la joven Francia Márquez, trabajando por documentar los impactos y construir razones para la lucha que libraba su comunidad junto a otras comunidades.
Desde siempre Francia Márquez Mina se involucró en la acción colectiva en defensa de sus derechos, supo que había mecanismos legales para protegerlos y así lo hizo al liderar una tutela por los derechos territoriales fundamentales a una vida digna, a la permanencia en el territorio, al debido proceso y a la consulta previa, libre e informada. Así fueron tutelados mediante la sentencia T-1045A de 14 de diciembre de 2010.
De esta experiencia de exigibilidad de los derechos de su comunidad y al ver los frutos concretos de la sentencia del 2010, Francia decidió estudiar Derecho en Cali en medio de mil dificultades, que siempre ha sorteado con carácter y firmeza.
Francia Márquez ha sido perseguida, amenazada, ha visto la perdida de vidas en su comunidad por la violencia o por los desastres de una minería familiar que debe recibir más apoyo.
Hoy Francia compite por la presidencia en la consulta del Pacto Histórico, tiene la convicción de que puede ganar porque tiene razón y fuerza, compite contra el principal dirigente de la izquierda, Gustavo Petro.
Aunque a Petro le parece una denominación que ya no cuadra con el presente, Francia quiere ser la primera de esa consulta, propone gobernar desde mandatos populares y comunitarios, cerrar definitivamente la guerra desarrollando plenamente el acuerdo firmado con las FARC, lograr una negociación de paz con el ELN y el sometimiento de todo ese mundo de bandas que persisten. Propone además salir de la guerra contra las drogas buscando otras políticas, propone una economía para el bienestar y para las mayorías de la región.
Francia tiene propuestas para la protección ambiental, para una democratización de la propiedad rural, por una permanencia digna de su comunidad y de miles de comunidades afros, indígenas y campesinas como las que han compartido con ella y su familia en su natal Buenos Aires.
Francia quiere como presidenta promover los derechos de las mujeres y su protagonismo en todas las dinámicas de sociedad. habla pausado y firme, quiere ser la primera presidenta de Colombia y compite con firmeza y tranquilidad.
Sin duda que Francia es hija de la Constitución del 91, la que nos ha prometido derechos, paz y democracia de calidad, a todo ello se ha comprometido Francia, quien enriquece el debate electoral con su liderazgo y participación.
Foto de portada, Contagioradio.com
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