Por PUNO ARDILA
Osquítar insistió en la conversación cuyos apartes publicamos la semana pasada: «Colombia debe resolver el tema de su clasificación al mundial, porque con esto no solo se juegan los partidos, sino que se juega su lugar entre los mejores del planeta. La participación en este torneo es un tema que no puede dejarse al azar».
Como mi interés ya se encontraba dando vueltas alrededor de otros ‘temas’, aproveché para consultarle a El Sapo Inquisidor SOBRE el uso insistente que se hace hoy del término ‘tema’, porque realmente este resulta agotador. Esto me contestó:
‘Tema’ se refiere al contenido de un discurso; es el asunto o la materia de que hablamos en una conversación, y “eso” (el tema) no puede arreglarse, solucionarse o resolverse; puede —sí— discutirse. En el caso de Osquítar, que me presentas como ejemplo, podemos ver que él se refiere a que Colombia “debe resolver su clasificación al mundial”, no resolver el tema. El tema de la clasificación puede conversarse; pero la clasificación misma es otro cantar. En el segundo caso, “la participación en este torneo no se puede dejar al azar”; en cambio, el tema de la participación sí se puede dejar al azar.
En fin, si se analiza el discurso de tantos líderes de opinión, incluidos (por supuesto) los que hoy son reverenciados por las redes y por la sociedad de consumo, puede encontrarse una repetición constante del sustantivo ‘tema’; así que el ‘tema’ se resuelve, se termina, se firma, se adelanta, se ejecuta, etcétera, etcétera. En vez de usar el sustantivo correcto, le clavan al oyente el sustantivo ‘tema’. Incluso, aunque vaya el sustantivo (como en los ejemplos de Osquítar), le anteponen ‘tema’.
De acuerdo con Fundéu, sigue aumentando la frecuencia del uso abusivo del sustantivo ‘tema’, tantas veces innecesario, en vez de emplear ‘asunto’ o ‘materia’. (Ver definición). Es la moda, como fue hace poco tiempo ‘tópico’; de modo que, volviendo a lo propuesto por Osquítar, hace unos años tal vez él hubiese dicho: «Colombia debe resolver el tópico de su clasificación al mundial, porque con esto no solo se juegan los partidos, sino que se juega su lugar entre los mejores del planeta. La participación en este torneo es un tópico que no puede dejarse al azar».
Lo de ‘tema’ no es el único caso, ni esta la única época en que estas cosas ocurren, ni son solo los espacios informales en donde se da este tipo de situaciones; no solo por allá se cuecen habas. No es sino revisar los discursos en espacios periodísticos, y nos toparemos con el abuso que tantos reporteros cometen con el adjetivo ‘inédito’, cuyo significado, además de ‘desconocido’, es ‘no publicado’; pero lo usan como si el español se hubiera quedado sin alternativas. Y si se revisan los espacios académicos… ¡Jesús nos ampare!, porque ahí sí que se cometen faltas. Te dejo solo una, como para no alargar el palique: ‘construir’. Qué abuso con este verbo, que lo tienen haciendo de todo, sin que el pobre tenga descanso ni le paguen extras.
Lo que muchas veces mueve este tipo de acciones idiomáticas es el esnobismo; es decir, la inclinación a imitar el comportamiento de algunas personas (por lo general, con no muy altos niveles de dominio idiomático ni cultural), que son tenidas por líderes, reales o imaginarios, y son definidos como puntos de referencia. También ocurre, en una gran cantidad de situaciones, que, sencillamente, se busca hacer caso a las modas, a lo que se esté usando (para ir, como Vicente, pa’ donde vaya la gente), con lo que pueden “evitar” sentirse marginados de los hablantes en general.
@PunoArdila
(Ampliado de Vanguardia)
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