“Los abajo firmantes, líderes empresariales, cívicos, académicos y políticos de Venezuela, defensores de la democracia, nos dirigimos muy respetuosamente al presidente de Estados Unidos y a los representantes del gobierno de dicho país, involucrados en la política hacia Venezuela.
Hacemos un llamado al gobierno de Estados Unidos a seguir impulsando negociaciones sustantivas y productivas para resolver la crisis venezolana, e instamos al Gobierno de Venezuela, a los partidos políticos de oposición y la Plataforma de Oposición Unitaria, a retomar sin demoras procesos de negociación. No hay más tiempo que perder.
Las sanciones económicas y la política de máxima presión no lograron su objetivo. PDVSA y el Ministerio de Energía y Petróleo tienen el control absoluto de los instrumentos políticos e institucionales del sector petrolero, base fundamental de la economía venezolana.
Si bien las sanciones no son la raíz del desastre humanitario en Venezuela, han exacerbado gravemente las condiciones para el venezolano promedio. La gran mayoría del pueblo vive en la pobreza y con inseguridad alimentaria. La salud, la electricidad, el saneamiento y la calidad del agua presentan un estado de profundo deterioro. Las negociaciones deben colocar los temas humanitarios al centro.
Sugerimos que las negociaciones se basen en éxitos incrementales, creando confianza y buena voluntad para nuevos acuerdos. Estas deben seguir la ruta de lo posible, sin plantear posiciones extremas que otras partes encuentren imposibles de aceptar.
El 75% de los venezolanos rechazan contundentemente las sanciones sectoriales y apenas el 10% quisiera que se mantengan. Es claro que las sanciones no han beneficiado al pueblo venezolano.
Solicitamos al gobierno de EE. UU. que negocie posiciones para el mejor interés del pueblo venezolano y que supere las presiones políticas internas en EE. UU., que, hasta ahora lamentablemente, han obstaculizado el avance de las negociaciones.
En Venezuela hemos pedido a Nicolás Maduro que acepte reformas políticas y electorales significativas de buena fe y que continúe con la liberación de presos políticos. El Gobierno debe reconocer que los acuerdos no pueden limitarse al ámbito económico. También hemos planteado a la oposición en Venezuela la necesidad de unificarse en torno a principios básicos y realistas que sustenten posibles acuerdos. Hemos instado a la oposición a no ser rehén de las voces extremistas que sólo perpetúan el doloroso statu quo.
Apoyamos plenamente las propuestas que permitirán utilizar el petróleo venezolano para obtener bienes humanitarios, como medicinas, alimentos y combustibles, así como otros bienes y servicios necesarios para la salud y el bienestar de la población a través de mecanismos libres de corrupción que involucren acuerdos entre el Gobierno y la oposición.
También exhortamos a llegar a acuerdos que permitan el regreso de las empresas petroleras occidentales y otras empresas privadas para rejuvenecer el sector petrolero venezolano. El Gobierno venezolano debe permitir que estas empresas administren los proyectos petroleros, sus contratistas y los ingresos por exportaciones al tiempo que recibirá la regalía y los impuestos correspondientes. Las empresas aportarán tecnología y capital al sector.
Con el regreso de las empresas occidentales, la producción de petróleo venezolano puede aumentar significativamente hasta 1,2 millones bpd en unos meses y más todavía el próximo año. El petróleo venezolano, que hasta ahora ha sido vendido exclusivamente a China con importantes descuentos, debe estar disponible en los mercados estadounidenses y mundiales para contrarrestar el efecto de la guerra de Rusia en Ucrania. Venezuela puede contribuir nuevamente a la seguridad energética del mundo libre y potencialmente ayudar a moderar los precios de los combustibles.
Venezuela está en el hemisferio occidental. Los acuerdos razonables pueden contribuir con la seguridad energética de Occidente. Hacemos un llamado a otros líderes y partes interesadas, en Venezuela y en otros lugares, para que respalden públicamente esta carta.
Poner fin a la crisis en Venezuela y ayudar a construir el nuevo futuro del país, nos compete —y nos beneficiará —a todos”.
Alejandro Sucre, Alfredo Padilla, Andrés Rojas, Blanca Vera Azaf, Feliciano Reyna, Francisco Rodríguez, Jorge Botti, Jorge Makriniotis, José Guerra, José Antonio Gil Yepes, José Manuel Puente, Juan Ernesto Aguilera, Luis Vicente León, Marcela León, Luis Oliveros, Manuel Sutherland, Marianela Herrera, Mariela Ramírez, Michael Penfold, Pablo Zambrano, Rafael Quiroz, Reinaldo Quintero, Ricardo Cusanno, Tamara Herrera, Victor Álvarez.