Bajo iniciativa del expresidente Ernesto Samper Pizano a través de la Fundación Vivamos Humanos, cerca de 300 líderes y lideresas de 14 regiones del país, le entregaron al gobierno de Gustavo Petro una Agenda Humanitaria para la humanización del conflicto armado, actuando como testigos una nutrida delegación de países de la comunidad internacional.
Fue un espacio de construcción de paz, donde las voces de los territorios fueron protagonistas. Samper Pizano afirmó que ese espacio bien podía convertirse en el punto de partida para la PAZ TOTAL, y agregó que por voluntad de las mismas regiones los procesos humanitarios se están reactivando, con los diálogos vinculantes que se vienen presentando.
Luego de escuchar a los 14 representantes de cada región, el expresidente hizo un llamado al cese humanitario del fuego que afecta al conflicto armado. “Es urgente proteger la vida y la integridad de la población civil”, dijo, y agregó que “las voces de estos territorios representan a unos diez millones de personas que necesitan acciones y políticas de paz, porque están entre la vida y la muerte”.
En desarrollo de esta Agenda Humanitaria, los territorios presentaron una apuesta por la humanización del conflicto y una agenda de paz. Además, hicieron una radiografía de los problemas históricos de violencia y los mecanismos para solucionarlos con acciones y políticas de paz urgentes.
El expresidente Ernesto Samper lleva más 40 años luchando por la paz y en la coyuntura actual, con la elección de Gustavo Petro, cree que esta ahora es más posible, que se aproxima, en consideración a que la humanización del conflicto, la reactivación de los diálogos con el ELN y la implementación del Acuerdo de paz serán el eje central como lo propuso la Agenda Humanitaria: que los territorios se imponga como obligación ética y moral el respeto por la vida.
En la mencionada Cumbre Humanitaria participaron líderes de Arauca, Antioquia, Buenaventura, Caribe, Cauca, Caquetá, Chocó, Catatumbo, Córdoba, Guaviare, Meta, Magdalena Medio, Nariño, Putumayo y la Amazonia, quienes nunca han perdido la esperanza de conquistar lo que ahora se como “la paz total”.