Prada y Lafaurie, hijos siameses del uribismo

 Por GERMÁN AYALA OSORIO

Dos hechos recientes de gran resonancia comparten los mismos valores morales que hoy animan y cohesionan al uribismo. El primero, la llegada de Álvaro Hernán Prada al Consejo Nacional Electoral (CNE). El segundo, el anuncio que hizo el dirigente ganadero José Félix Lafaurie, de crear Grupos de Reacción Inmediata y Solidaria (GRIS) para defender los intereses del gremio. Vamos entonces por partes, como diría Jack el Destripador.

Álvaro Hernán Prada, imputado excongresista del Centro Democrático (CD), fue elegido magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE). Su elección se asume como una afrenta contra el aparato de justicia y constituye una burla a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que halló méritos para llamarlo a juicio, por el mismo caso relacionado con la manipulación de testigos que enreda al expresidente Álvaro Uribe, a quien el mismo tribunal de justicia le imputó cargos por fraude procesal y manipulación de testigos.

La votación a favor de Prada hace recordar la recomendación que en su momento hiciera Uribe Vélez a sus aliados en el Congreso, cuando la CSJ los procesaba por sus vínculos con estructuras paramilitares: “Les voy a pedir a todos los congresistas que mientras no estén en la cárcel, voten”. Convertido en un valor ético, la bancada del CD que votó para que Prada obtuviera un asiento en el CNE, en la práctica mandó el siguiente mensaje al ladino y nuevo magistrado de la entidad electoral: mientras es vencido en juicio, trabaje y sirva a los intereses del partido.

En cuanto a la propuesta del presidente de Fedegan, hay que decir que constituye un llamado a desconocer a las autoridades legalmente constituidas, para darle vida a grupos privados que pueden terminar como las Convivir: sirviendo a intereses criminales y participando de actividades violatorias de los derechos humanos. Sin olvidar que existe una ley que castiga la creación de grupos paramilitares, Lafaurie defendió su propuesta, señalando que al venir tiempos difíciles en materia de seguridad de la propiedad de la tierra, es mejor estar preparados. Huelga recordar que el dirigente ganadero ha sido señalado por Salvatore Mancuso y Benito Osorio como colaborador de grupos paramilitares.

La elección de Prada y la propuesta intimidante de Lafaurie comparten varios elementos que caracterizan al uribismo: 1.) Debilitar y desconocer las instituciones. 2.) Burlarse de la justicia. 3.) Proponer organizaciones paralelas a las ya establecidas. 4.) Poner la iniciativa privada y los intereses particulares por encima del Estado y de las institucionalidades públicas y privadas. 5.) Alejar la ética del ejercicio de la política, poniendo por encima de toda eticidad, la ya probada y naturalizada inmoralidad con la que actuaron los integrantes del partido Centro Democrático que ya fueron procesados por graves delitos. 6.) Asumir la lealtad como una virtud propia de cofradías, mafias y sectas alejadas de cualquier supervisión moral.

Tanto la elección vergonzante de Álvaro Hernán Prada como la propuesta de Lafaurie son posibles en una sociedad que naturalizó el ethos mafioso e hizo de la iniciativa privada, en especial en términos de seguridad, la mejor manera de suplantar al Estado.

@germanayalaosor

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