Por HUMBERTO TOBÓN*
El crecimiento de la economía colombiana en 2023 oscilará entre 0,5% y 2,8%. Esta variación tan pronunciada se debe a las predicciones del Banco de la República, la más baja, la OCDE que tiene una perspectiva intermedia y el Banco Mundial que es muy optimista.
Los números de la economía nacional en 2022 son bastante positivos, muy por encima del promedio de la región latinoamericana. Un crecimiento cercano al 8% muestra que este ha sido un año de transición económica, que, sin embargo, es la antesala de un desplome con consecuencias muy críticas, las mismas que ya están viviendo países vecinos.
El desempleo, que se ha mantenido controlado y que ha logrado bajar de una tasa general cercana al 16% en pandemia al 9,7% en noviembre de 2022, será uno de los elementos que más podría deteriorarse en 2023, lo que evidentemente no es una buena noticia, porque ello haría que los esfuerzos por disminuir la pobreza monetaria sean inanes.
Un producto interno bruto en descenso, significará menos captación de impuestos y, por tanto, menores posibilidades de sostener el gasto público, especialmente en un gobierno que le está apostando prioritariamente a la inversión social.
Muy seguramente, en el nuevo año, la inflación empezará a ceder un poco, debido a factores que tendrán que ver con una mayor contracción de la demanda. Dicha inflación llegó en noviembre pasado a 12,53%, obligando a la autoridad monetaria a aumentar la tasa de interés de referencia a 12%, manteniendo un comportamiento de constantes alzas, las cuales iniciaron en octubre de 2021 desde un piso de 1,75%, llegando a aprobar incrementos hasta de 150 puntos básicos.
La inflación sigue campante, golpeando principalmente a los pobres, que de acuerdo con el DANE, tuvieron a noviembre pasado una inflación anualizada del 14,1%, presionada especialmente por los precios de los alimentos, que aumentaron cerca del 30%.
2023 arranca con una subida de los salarios del 16%, que apenas paliará el impacto de la inflación sobre los ingresos laborales recibidos en 2022 y se ajustará mínimamente a lo que se espera en materia inflacionaria para el nuevo año, donde las proyecciones del Banco de la República hablan de un aumento del 7,5%.
Si nos atenemos a las cifras que están dando a conocer organismos nacionales e internacionales, la conclusión es que habrá un nivel de inflación que podría cuadruplicar en el mejor de los casos, el crecimiento de la economía. Una realidad poco deseable, pero será la que muy seguramente nos tocará soportar.
– CIERRE. Intentemos gozar lo que queda de estas fiestas navideñas. Hagámoslo en paz y en familia.
@humbertotobon
*Este comentario no compromete a la RAP Eje Cafetero, de la que soy Subgerente de Planeación Regional.