Everth Hawkins Sjogreen advierte sobre una grave crisis social del Archipiélago y deja en manos del Gobierno Nacional la tabla de salvación para recuperar los ingresos por turismo y garantizar el futuro económico del departamento.
“Se avecina una crisis social en San Andrés”, dijo este martes el gobernador de San Andrés, Everth Hawkins Sjogreen , al conocerse la decisión de la aerolínea Viva Air de cancelar sus vuelos desde y hacia el Archipiélago.
Para entender mejor el contexto, con los cuatro vuelos que se pierden de Viva Air, San Andrés suma 18 vuelos menos. Son unas 4.800 personas que dejan de visitar diariamente la isla. El año pasado tenía 33 vuelos diarios.
El Gobernador reiteró que solo se evitará la crisis si el Gobierno Nacional atiende su solicitud para la exención urgente de los impuestos a los combustibles, para poder recuperar la conectividad aérea del Archipiélago y, por ende, los ingresos por turismo.
“Quiero enviar un mensaje de preocupación a todos nuestro país”, dijo el Gobernador en una intervención en video en la cual plantea las implicaciones de la decisión de Viva Air de suspender toda su operación en Colombia. “Son cuatro vuelos menos para el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Eso significa menos flujo de turistas, significa menos ingresos para la entidad territorial, significa menos ingresos para el empleo”, indicó el mandatario departamental.
Durante su intervención, se refirió expresamente a lo manifestado al presidente Gustavo Petro y al Gobierno durante la pasada cumbre de gobernadores. “Por favor, necesitamos conectividad aérea y la decisión está en manos de ustedes. El gobernador ha perdido toda competencia constitucional para hacerlo, así que en manos de ustedes está el futuro económico de toda nuestra población”, concluyó Hawkins Sjogreen.
San Andrés fue la semana pasada el destino nacional invitado a la Vitrina Anato, que se realizó en Bogotá. Resultó una importante oportunidad en momentos en los cuales una suma millonaria ha dejado de entrarle a San Andrés por la caída significativa de turistas. Los problemas se han profundizado por la reducción en los vuelos comerciales por los altos costos de los combustibles, afectando significativamente al turismo, que representa el 90 por ciento de los ingresos. El impuesto existe desde 2015, pero solo se sintió su impacto el año pasado por la devaluación del peso frente al dólar.