Se fue una de las más grandes: Sinéad O’Connor

– Muere tras 18 meses del suicidio de su hijo de 17 años. En su última publicación en redes sociales compartió una foto de su hijo, con este texto: “He estado como una muerta viviente, criatura de la noche desde entonces. Era el amor de mi vida, la luz de mi alma”.

Ha partido para siempre la gran Sinéad O’Connor, la cantante irlandesa que en vivo y en directo rompió una fotografía del Papa Juan Pablo II en octubre de 1992, denunciando que ese personaje le estaba haciendo mucho daño a la humanidad. Efectivamente, así era, especialmente por tapar los abusos sexuales de los sacerdotes contra los niños. “La iglesia católica nos ha controlado al controlar la educación, a través de sus enseñanzas sobre la sexualidad, el matrimonio, el control de la natalidad y el aborto, y más espectacularmente a través de las mentiras que nos enseñaron con sus libros de historia. Mi historia es la historia de incontables millones de niños cuyas familias y naciones fueron destrozadas por dinero en el nombre de Jesucristo”, argumentó días después para justificar su acto de protesta que consiguió un gran impacto mundial.

También increpó públicamente a Magaret Thatcher por «su política antisocial y violadora de los derechos humanos». Fue la primera estrella femenina mundial que se rapó su hermosa cabellera, cantándole al mundo así, con su cabeza completamente desnuda. ¡A mí me parece que sin nada de cabello lucía más hermosa de lo que era!

Se nos ha ido muy joven: a los 56 años; sufrió consecutivas depresiones y en alguna ocasión informó que sufría una enfermedad mental. Ha sido una de mis contemporáneas. Su música me hizo siempre reflexionar, en sus actuaciones ejercía un bello poder sobre mí. Mostró públicamente su apoyo a la lucha del pueblo irlandés para conseguir la independencia de Reino Unido; defendió al IRA y respaldó al Sinn Fein; siempre fue reconocida como una artista de la contracultura y un ícono antisistema.

‘Dejó plantadas a 9.000 personas en el Garden Arts Center de Holmdel (Nueva Jersey), en 1990, por haber sonado el himno de EE. UU., y en 1991 rehusó acudir a Nueva York a la entrega de los Premios Grammy, debido a la guerra del Golfo Pérsico. De las cuatro candidaturas a las que estaba nominada, ganó en la de mejor tema de música alternativa por su álbum I Do Not Want What I Haven’t Got, recuerda el diario El Mundo de España.

“Para ser una estrella del pop se necesita, sobre todo lo demás, ser una buena chica. Y Sinéad nunca lo fue. Su rebeldía, su manera de mirar las luces de la fama sin dejarse cegar, siempre fue más propia de una artista marginal que de una cantante superventas. Pocas veces sucede que en un mundo tan hermético se cuele alguien así”, decía de la artista el escritor Montero Glez al digital, también español, ElDiario.es

Todos la recordaremos, especialmente por su canción Nothing Compares 2U, compuesta por Prince, con la que se dio a conocer mundialmente. Sinéad O’Connor es una de las más grandes del pop y quizás, la única activista que nunca cerró la boca ante un mundo tan cruel, siendo la gran estrella mundial que era. ¡Siento mucho su partida!

OLGA GAYÓN/Bruselas

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