La encuestadora Invamer acaba de entregar a El Espectador, Blu Radio y Noticias Caracol la encuesta sobre la intención electoral de los ciudadanos que residen en Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga.
Con los resultados de esa encuesta, el noticiero del canal Caracol activa la teoría propuesta por Elisabeth Noelle‑Neumann conocida como “la espiral del silencio”, referente a cómo influye en la psiquis individual la repetición de una tendencia u opinión aparentemente mayoritaria.
Al momento en que aparecen punteando en las encuestas candidatos afines a los intereses corporativos de los dueños de Caracol, su órgano de difusión empuja a las audiencias a pensar en que es importante montarse en el bus ganador de manera temprana. Arrastrados por esta tendencia, cualquier opinión contraria a la propuesta por la empresa encuestadora genera miedo al rechazo en quienes tenían en mente otro candidato, quizás el que ocupó la segunda casilla o lugares más alejados.
En el caso de Bogotá, es claro que a Invamer y Noticias Caracol les interesa el triunfo de Carlos Fernando Galán (26,6%), candidato que puntea en la encuesta y camina de la mano de los intereses de los sempiternos contratistas, así como de Germán Vargas Lleras. Y no se descarta que el propio Galán reciba bajo cuerda el apoyo del Centro Democrático. La apuesta de la empresa demoscópica y del noticiero privado es evitar a toca costa que Gustavo Bolívar (20,3%) alcance la segunda vuelta, y por tanto, fortalezca su posibilidad de conquistar el Palacio Liévano.
En el papel de “analistas” de los resultados, el director del noticiero, Juan Roberto Vargas y su colega María Alejandra Villamizar evitaron relacionar la campaña de Galán con Vargas Lleras y Cambio Radical; por el contrario, la de Bolívar, de inmediato la conectaron con el Pacto Histórico y con el presidente Gustavo Petro, circunstancia con la que los presentadores buscan atacar la tendencia por ellos mismos reconocida, referente a la capital del país vota por la izquierda.
En el escenario de la segunda vuelta, la encuesta pone como ganador absoluto a Galán, derrotando tanto a Bolívar como al tercero en la intención de voto, Juan Daniel Oviedo. Con esta tempranera encuesta, se les está mandando un mensaje claro a los candidatos de la derecha que obtienen bajos porcentajes, para que vayan pensando en volcar sus apoyos hacia Carlos Fernando Galán.
Para el caso de Cali, Villamizar y Vargas nombraron -ahí sí- a Cambio Radical como uno de los partidos que apoyan al candidato Alejandro Eder (15,8%), quien en la misma encuesta aparece en un lejano segundo lugar, distante de su contendor el populista-asistencialista Roberto el ‘Chonto’ Ortiz (43,8%), en cuya candidatura confluyen intereses de diversos sectores tradicionales de poder, incluido el propio uribismo; incluso, se dice que el saliente alcalde, Jorge Iván Ospina estaría acompañándolo. Huelga recordar que para la campaña de 2019 Ortiz recibió el apoyo del uribismo, al igual que el actual mandatario local.
Si bien en la candidatura de Eder confluyen los intereses del empresariado, entre ellos los del también exalcalde Maurice Armitage, hay sectores de la élite caleña que no le perdonan a Eder haber hecho parte del gobierno de Juan Manuel Santos, en particular como miembro de la delegación que firmó el acuerdo de paz entre el Estado y las entonces Farc-Ep.
Para el caso de Barranquilla, los periodistas de Noticias Caracol evitaron a toda costa hablar de las investigaciones y señalamientos que recaen sobre el candidato Alejandro Char (86,2%), quien de acuerdo con la misma encuesta arrasaría este 29 de octubre. Al insistir en que el triunfo de Char es indiscutible, brindaron claridad en que el clan Char constituye una “empresa electoral” muy eficaz.
En lo que toca a Medellín, la encuesta de Invamer pone de ganador a Fico Gutiérrez (63,3%), candidato del uribismo. De manera sesgada, el periodista y el propio gerente de Invamer se atrevieron a conectar el porcentaje de desaprobación del alcalde Daniel Quintero (61%), con el motivo por el cual triunfaría Gutiérrez.
Así las cosas, el señalado noticiero activa elementos que hacen parte de “la espiral del silencio, apuntando tempranamente a imponerle a su cautiva audiencia la narrativa acorde con sus intereses corporativos: busca moldear una opinión pública acrítica y susceptible de caer en factores propios de la psicología electoral propia del “voy a votar por el que va ganando en las encuestas”.
En una sociedad mal informada como la colombiana, con una opinión pública que cree aún en lo que dicen los medios tradicionales, el riesgo de caer en la “sondeocracia” es enorme. Hay que votar a conciencia, examinando con criterio la vida pública y privada de todos los candidatos.
@germanayalaosor
Sobre el autor o autora
