Por JORGE GÓMEZ PINILLA
Un fenómeno antinómico que comenzó en la gobernación de Santander, consistente en que una figura patriarcal se apodera de una jurisdicción territorial y la transmite como herencia personal al resto de su familia, se extiende ahora a algunos municipios del departamento.
Primero fue el coronel Hugo Aguilar quien, con el respaldo político, militar y financiero del Bloque Central Bolívar, se hizo elegir gobernador. Luego trajo a su hijo menor de Chile, Richard Alfonso, y lo sentó en el mismo solio. Y a continuación a su hijo mayor, Nerthink Mauricio, con el mismo propósito: no soltar el botín.
La antinomia reside en que hoy tanto el coronel como su hijo Richard son reos de la justicia, pues sobre ambos pesan sendas condenas de la Corte Suprema, pero esto no ha sido óbice para que sigan ejerciendo un control férreo sobre el departamento, como si fueran los dueños de una finca. O sea que, pese a la pérdida de reputación moral, no pierden elecciones.
Lo preocupante es que esta modalidad del poder político en manos de intereses privados ahora es imitada en otros municipios. Comencemos por Girón, donde un concejal que en 2015 manejaba moto, de nombre John Abiud Ramírez, es nombrado por Richard Aguilar secretario de Desarrollo Social y tres años después ese cargo le sirve de trampolín para hacerse elegir alcalde en 2018. Y ya posesionado, con un sueldo mensual de apenas 11 millones de pesos le celebra a su hija una fastuosa fiesta de 15, que incluye la contratación de Silvestre Dangond. Y luego se dedica a la compra de diversas propiedades, unas a nombre de su secretaria privada, Milena Garcés Acevedo (a quien ahora quiere hacer elegir alcaldesa de Oiba) y otras a nombre de su hija, en particular dos lujosas casas en Miami, como documenté en columna para El Espectador.
El asunto es que por esos días se separó de su esposa, Yulia Moraima Rodríguez Esteban, no porque no se entendieran sino con un perverso propósito político: no inhabilitarla para que fuera su sucesora. Solo que intervino Milena, su nueva amante, quien le propuso más bien candidatizar a al concejal Carlos Román González en lugar de Yulia. Y los tres tan contentos…
Y este armónico trío donde se entrelazan política y amantazgo, hizo elegir a Carlos Román, quien también manejaba moto. Pero no dura ni un año, porque el Consejo de Estado le retira su credencial por doble militancia, y es entonces cuando a la supuesta exesposa Yulia le toca “sacrificarse” por la causa, y en elección atípica su supuesto exesposo John la sienta como sucesora suya en la alcaldía.
Y para que todo quede en familia, en acto de cínico descaro nepotista el astuto John ‘Avión’ quiere para 2023 elegir alcalde a su hermano Campo Elías, odontólogo de profesión, pero nombrado secretario de ambiente en la alcaldía ya sabemos de quién y sin mérito diferente al parentesco con quien ya sabemos. ¡Qué bonita familia, pues!
Y llegamos al alcalde actual de Floridablanca, Miguel Ángel Moreno, hijo de otro astuto político, Ángel Alirio Moreno. El asunto es que el alcalde anterior, Héctor Mantilla, logró poner como sucesor a su exdirector de Tránsito, Miguel Ángel, en eficaz alianza con el papá, Alirio, quien para más señas fue uno de los directivos y defensores del viejo PIN, extinto partido ligado al paramilitarismo y fundado por el parapolítico Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil.
Aquí el nombre del clan Aguilar sale a relucir de nuevo, pues en una grabación se escucha a la directora de Rentas de la Gobernación, Ana Victoria Agón, decirles a varios funcionarios de la Secretaría de Hacienda que debían apoyar a Héctor Mantilla como sucesor del actual mandatario, Mauricio Aguilar. (Escuchar grabación).
Y como todo debe quedar en familia, ahora el alcalde Miguel Moreno está moviendo cielo y tierra para dejar en la alcaldía a su primo hermano, Sergio Flechas Moreno, un ‘pelado’ de 27 años que debido a su corta edad habla de “renovación”, pero lo cierto es que detrás suyo están el congresista Álvaro Rueda y el excandidato a la alcaldía Ricardo Parra, contratista del alcalde actual a través de sus fundaciones.
Hablando de grabaciones, también se conoció una serie de audios (que se pueden escuchar aquí) donde el ‘Flechas’ al parecer cuadra contratos de la alcaldía de Floridablanca, pese a que en complaciente entrevista con el corresponsal de Caracol en Bucaramanga dice que es independiente y que no tiene ningún compromiso con su primo el alcalde actual. Mentira del tamaño de una catedral, es evidente que está puesto ahí por el pariente cercano para no soltar el manejo del botín.
Ya para terminar, pensando con sentido pragmático en impedir que un clan familiar se eternice en el apoderamiento de la administración municipal, para el caso de Girón votaré por el médico William Mantilla, solo porque tiene opción de desplazar al hermano títere de John Abiud Ramírez. Tal vez el mejor candidato es el independiente Mauricio Gómez, pero no tiene ningún chance.
Aplicando el mismo criterio, si viviera en Floridablanca votaría por José Fernando Sánchez, quien tuvo el coraje de renunciar a su militancia en Cambio Radical para presentarse por firmas a nombre del grupo significativo “Floridablanca en orden”. El asunto es Sánchez tiene gran opción de ser el próximo alcalde, y en tal medida votar por él se hace justo, conveniente y necesario para sacar de la alcaldía a la corrupta y politiquera familia de Miguel Moreno.