Por GERMÁN AYALA OSORIO
Con la adhesión de Diana Rojas a la campaña de Alejandro Eder se consolida en Cali el movimiento Todos Contra el Chontico (TCC). Es decir, la derecha de ‘dedito parado’ que confluye en la figura de Eder, confrontando a la derecha “ordinaria” y sin abolengo de Roberto Ortiz.
Lo curioso es que a ambas campañas llegaron fichas del Centro Democrático, de Cambio Radical, de La U, conservadores y liberales. Es decir, todo lo que ha estado mal en el ejercicio de lo público en los ámbitos local, regional y nacional. Así las cosas, las múltiples crisis que agobian a los caleños no serán afrontadas con el rigor que se necesita, porque tanto Eder como Roberto Ortiz representan la política tradicional y el continuismo que en sus campañas ambos han rechazado.
El poder de los contratistas, que de tiempo atrás vienen aportando a la crisis de liderazgo de la ciudad, terminó por confirmar un secreto a voces: hacerse a la Alcaldía de Cali no supone un logro político sino económico. Esto se traduce en que gobernar a la capital del Valle supone una inversión multimillonaria, que debe ser devuelta a los mecenas y contratistas que más plata pongan a las campañas de Eder y Ortiz.
En cuanto a la decisión tomada por Diana Rojas, se puede calificar como vergonzosa, pues ella soportó su campaña en un discurso anticorrupción para terminar aliada a la campaña en la que están dos colectividades que arrastran representaciones sociales negativas, por estar asociadas a la sempiterna corrupción público-privada: Cambio Radical y Centro Democrático (uribismo). Al final ella se doblegó al poder patriarcal y el machismo imperante en la élite caleña y vallecaucana.
Sea que triunfe Ortiz o Eder, lo cierto es que los problemas de la ciudad se ahondarán o entrarán en un “estado de reposo”, hasta la próxima elección. Ni la derecha clasista y patriarcal de Eder ni la sin linaje de Ortiz solucionarán las graves crisis que afrontan los caleños. Y es así porque los mezquinos intereses económicos y la captura mafiosa del Estado local está por encima de la política, entendida como el arte de servir al público.
ADENDA: la izquierda y el progresismo en Cali brillan por su incapacidad para presentarleS a los caleños una opción de poder convincente.
@germanayalaosor