Por DIEGO OTERO PRADA
Las declaraciones del director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) en la 40ava conferencia de ENERCOL de ACIEM levantaron una polvareda entre los economistas ortodoxos, en un país con un marcado predominio de estos, como en ninguna otra parte del mundo.
El doctor Jorge Iván González planteó tímidamente la posibilidad de hacerle ajustes a la regla fiscal para atender gastos de tipo ambiental. Me parece muy bien que haya lanzado esta idea, para abrir el debate en Colombia.
No hay que tenerles miedo a los neoliberales, hay que enfrentarlos con argumentos, porque hace mucha falta discutir sobre el déficit fiscal, los topes al endeudamiento externo, las políticas de precios de los energéticos, los tratados de libre comercio y la famosa frase que los distingue de responsabilidad fiscal y de la estabilidad macroeconómica.
Felicito al doctor González por atreverse a lanzar tal propuesta, que quizá no sea del agrado del ortodoxo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Lo cierto es que a González le están lloviendo rayos y centellas. Los ortodoxos están poniendo el grito en el cielo, pues pronostican tragedias: que el FMI se va a poner furioso (¡qué pecado, por Dios!), que se va a acabar la economía, que la calificación del país va a disminuir… Así las cosas, me imagino que lo van a regañar.
En la práctica, ni en Colombia ni en Europa se han cumplido nunca las metas del déficit fiscal. Allá se han saltado los topes del 3% del déficit fiscal y del 60% del PIB del endeudamiento externo. Hasta finales de 2023 están eximidos de seguir las reglas y ahora se discute qué hacer. Se habla de flexibilizarla, algunos de eliminar las normas, otros de fijar nuevas reglas para cumplirlas en determinado número de años. En últimas la Comisión Europa es otro de los organismos dominados por ortodoxos, con un papel muy inflexible por parte de Alemania.
Está bien, demos el debate sobre esos mitos neoliberales: sobre el déficit fiscal, los topes al endeudamiento, la independencia del Banco de la República, la política de cobrar los combustibles según precios internacionales, el control a la inflación por las tasas de interés, el manejo de la tasa de cambio. En síntesis, sobre los métodos del manejo macroeconómico para crear empleo y bajar la inflación
Invito a todos los académicos, a los economistas y expertos en general, a abrir el debate sobre estas ideas ortodoxas. Igualmente al gobierno, a los ministros del área económica y al mismísimo presidente de la República.
Hay acabar con esos mitos para poder construir un nuevo país, próspero y justo.
@DiegoOteroP