Por ISMAEL OROZCO SÁNCHEZ*
El moto-taxismo es una realidad nacional. Existe en corregimientos, municipios no muy poblados y grandes ciudades.
En Colombia hay ocho ensambladoras de motos, que dicen generar 25.000 empleos. Y hay decenas de miles de conductores que prestan el servicio de Mototaxi. Está por conocerse cuántos talleres, vendedores de repuestos y mecánicos para motos hay en Bucaramanga, incluso cuántos empleos en gasolineras incrementan.
Pero el circuito de la economía ligada a las motos también se extiende a los presupuestos de los municipios.
En el área metropolitana de Bucaramanga en diciembre de 2.022 había 528.835 motos, registradas en los municipios conurbados. Hagamos unos estimados con sólo esos datos, sin incluir los de 2.023:
El 20 % de estas no podrá circular por lo del nuevo pico y placa extendido, sin incluir sábados, según piden los expendedores de plazas de Mercado y demás. Siendo así, tendremos 105.767 motos sin circulan diariamente.
Quedarian circulando 423.068 motos. Si cada moto consume un promedio de medio galón diario, la venta de gasolina seria de 211.534 galones. La sobretasa a la gasolina es de 18% y el valor actual del galón es de $15.000. Las cuentas nos dicen que el recaudo sería de $571,14 millones diarios y $ 208.466,7 MILLONES – AÑO.
Con esos ingresos se puede financiar el 30% de un nuevo Sistema de Transporte Público Masivo, y eléctrico, que opere como troncal entre Piedecuesta y Bucaramanga inicialmente, para luego extenderlo a Girón. Los alimentadores pueden ser concesionados y el 70 % restante lo pone la Nación.
Que sea eléctrico, eficiente y sostenible encaja dentro de las líneas del gobierno nacional y dentro de la realidad de precios en ascenso de combustible fósil. En enero de 2.023 el precio promedio de energía transada para Industria y Comercio fue de $ 273,43 COP por KWH. Eso significa que un medio eléctrico como el METRORRIEL, elevado, que despeje y aumente carriles, además con tarifa reducida por menores costos de operación y mantenimiento, es muy competitivo contra otros medios.
Como simple referencia, indicamos lo consignado en un trabajo académico de la Universidad Pontificia Bolivariana para buses articulados: uno eléctrico tiene un costo por km recorrido de $ 615,21, el bus Diesel $ 1.473,75 (el Diesel no se ha reajustado) y uno a gas de $ 1.851.12. Con METRORRIEL, las ventajas se multiplican.
Aclarar lo anterior es importante porque al moto-taxismo hay que competirle con elementos del capitalismo: Calidad, Seguridad, Rapidez y Precio.
En resumen: La circulación de las motos, sin pretender defender a rajatabla el moto-taxismo, debe ser bien analizada porque al pasajero hay que atraerlo, no obligarlo ni reprimirlo. Solo así retornarán los pasajeros que se fueron a la moto.
En Colombia, donde todo lo copiamos, se nos introdujo el modelo BRT en Curitiba (Brasil). Lo trajo el exalcalde Peñalosa para Bogotá y hoy prolifera en algunas capitales departamentales, con resultados desfavorables. Todos con déficit operacional.
Pero hay otra ciudad de Brasil, llamada “Fortaleza”. Allí formalizaron el moto-taxismo a pesar de tener que enfrentar las mismas dificultades de Colombia. La oposiciòn de los empresarios de taxis (los “cupos” se desvalorizan) y buses convencionales no es poca, ni tampoco la de los funcionarios que reciben apoyo de ellos. Además, la mayoría de los politicos activos prefieren “hacerse los pingos” ante el problema. Pretenden ignorarlo, a pesar de ser tan robusto y no actúan por prudencia o temor a las repercusiones sociales entre un amplio núcleo poblacional.
No es fácil sacar a bolillo a los 80.000 informales que calculan los empresarios legales, son quienes les compiten. Ellos votan (los de las motos). También ayudan a resolver el problema del desempleo y lo más requerido hoy: un transporte rápido y a todas partes, a costo racional. Con todo ese panorama, ¿por qué no hacerle frente al asunto y reglamentar algo que ya está robustecido entre la población?
Reprimir puede traer la consecuencia indeseable de multiplicar mas las motos, dada la facilidad y economía para comprar una. Cuando se implementó el pico y placa, muchos compraron otro carro. Por muchas razones, la gente se baja del bus y se va a las motos, tal como està confimado con el auge que tienen. Es posible que formalizando o legalizando, con ciertas condiciones, se logre detener el crecimiento del fenòmeno.
En Fortaleza, procedieron así:
-Queda prohibido estacionarse en las paradas de bus o taxi. Solo se permite hacerlo a mas de 100 mts de esos sitios.
-Los conductores deben ser especialmente capacitados o entrenados para prestar el servicio.
-El conductor debe ser mayor de 21 años y tener experiencia mayor a 2 años a partir de la fecha de expediciòn del pase.
-La motocicleta debe tener cilindrada mínima de 200 cm3 y pintada del color que se disponga. El tubo de escape debe estar recubierto con material aislante para evitar quemaduras al parrillero.
-El conductor debe disponer de casco adicional y bolsa plástica para el cabello del parrillero.
– Será la Alcaldía quien disponga qué tipo de organización empresarial debe implementarse y que otros requerimientos, como pòlizas y revisiones deben tenerse al dia.
La discusión con los actores intervinientes debe darse rápidamente, porque las continuas amenazas de bloqueos y operaciones tortuga se deben dejar atrás para sosiego del resto de usuarios viales y hasta de los peatones.
Señor alcalde Jaime Andrés Beltrán:
El “plan candado” para las conversaciones no debe funcionar en esto, sino abrirse e incluir también las aspiraciones de quienes son parrilleros consuetudinarios. La participación democrática y respetuosa es un derecho constitucional.
* Ismael Orozco Sánchez es ingeniero de Transportes y Vías de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC). Exalcalde de Floridablanca, gerente de los Ferrocarriles Nacionales división Santander, director del distrito 15 de Carreteras del entonces ministerio de Obras Públicas.