La foto de portada que acompaña esta columna me muestra como el segundo de la fila, al lado izquierdo de Lina Arango, una de las cuatro presentadoras de El Calentao, magazín de entretenimiento de Señal Colombia que comenzó a transmitirse el martes 9 de abril de 2024, de 6 a 10 de la mañana. Según Kienyke, es “el programa que le competirá a Día a Día” del canal Caracol. (Ver foto).
Lina es una sagaz periodista que propone sus propios temas en el consejo de redacción, profesional a carta cabal y muy amena en la charla, como le corresponde al formato. A mi lado izquierdo está La Chica Leo, editora de Cultura, quien se niega a revelar su verdadero nombre y es la más animada del cuarteto.
Siguiendo el mismo orden aparece Julie Torres, editora de Deportes, nominada a los premios India Catalina. De delgada figura y aguda vista para leer en un lejano telepronter el texto de sus crónicas deportivas.
Y remata la serie la currambera María Fernanda Matus, especializada en política nacional e internacional, a quien se le abona el hallazgo de un artículo del genial cronista barranquillero Ernesto MCausland (q.e.p.d.) donde recoge lo ocurrido la noche fatal del 1 de enero de 1994, cuando la joven Nancy Mestre fue asesinada por Jaime Saade, ya extraditado de Brasil a Colombia para que pague por tan atroz crimen. La crónica en mención fue reproducida por El Unicornio.
¿Cómo llegó este reportero de ausente melena y brillante testuz a formar parte de tan elegante elenco? La historia es como sigue:
En los meses finales de 2023 fui invitado por la productora del programa, Rocío Cruz, a formar parte del equipo periodístico como corresponsal desde Santander. Analicé y sopesé detenidamente la oferta, pues nunca antes había hecho televisión y no solo tocaba improvisar en público, sino, lo que era aún más complicado… debía madrugar.
Ahora bien, hay un dicho para eso: “al que quiere celeste, que le cueste”.
La propuesta resultaba tentadora, como reto profesional de aprendizaje y vivencia de nuevas emociones, mientras que a la vez podría contribuir con mi esfuerzo a consolidar desde lo mediático este bonito proyecto de RTVC y Señal Colombia, hoy dirigido por Mauricio Jaramillo, doctor en Ciencia Política la Universidad de Ciencias Sociales de Toulouse y, magíster en Relaciones Internacionales. Y acepté el reto.
La osadía continuó cuando a sabiendas Rocío de un viaje que hice a Bogotá, le acepté la temeraria idea de aparecer en compañía de las presentadoras, las cuatro horas seguidas y los dos días que permanecí en esa ciudad. ¿Por qué temeraria? Por cierto temor recóndito al pánico escénico, propio de nosotros los tímidos ante un público numeroso o frente a unas cámaras cuya sola presencia resulta intimidante.
Pero me armé de valor y allá estuve. Y creo haber salido airoso del trance, pues tan bien me fue que las queridas presentadoras del programa quisieron tomarse una foto con su invitado, durante el epílogo de una emisión en la que un conjunto cartagenero de bachata puso la nota musical. Ya contagiado del ritmo y liberados los temores del primíparo animador, tuve la audacia de sacar a bailar a Julie.
Albricias por el 2024 que se va.