Teniendo en cuenta el malestar creciente que con el paso de los días adquiere la «advenediza» Vicky Dávila en las filas de la derecha, nos permitimos transcribir los más importantes apartes de la audiocolumna que publicó María Jimena Duzán en la revista Cambio y en su canal de Youtube llamado A fondo.
Duzán tituló así su columna: La derecha está en manos de Vicky.
«Como era de suponerse, su inesperado aterrizaje (Vicky Dávila) tiene a las huestes uribistas en shock, y los más descontentos con estos movimientos telúricos son lo propios precandidatos de ese partido. Sin excepción la consideran una intrusa y una advenediza que anda en la tarea a ver como logra ser la ungida por Uribe».
«Ninguno se atreve a cuestionarla en público, porque le temen. Saben que si la exponen pueden terminar triturados por un medio tan poderoso como Semana, para eso es lo que sirve hoy el periodismo. Para evitar represalias solo se atreven a hablar mal de Vicky en la trastienda, por allá bien lejos, para que no los oigan».
«Si Uribe termina eligiéndola como su candidata me salgo del Centro Democrático y me voy por firmas, me advirtió uno de los candidatos que me solicitó que no dijera su nombre».
«El hecho de que Vicky Dávila sea la figura de la derecha y la que más puntea en las encuestas, refleja la profunda crisis de la política y de los medios que vive Colombia. Pero también revela la crisis que vive la derecha».
«Dávila está jugando en la cancha de ellos, imponiendo sus propias reglas y volviendo normal que a los candidatos uribistas les toque hacer política por las vías convencionales, mientras ella, la reina de la colmena, lo hace desde un cohete que la propulsa, que se llama Semana«.
«La política se volvió un circo en Colombia y Vicky no va a renunciar a su cohete, ella seguirá montada sobre él hasta que se convierta en la candidata inevitable de la derecha».
«Esa derecha de hoy no ha podido recomponerse desde que sucedieron dos hechos: la desaparición de las Farc, que dejó sin discurso al uribismo; y el juicio que enfrenta el expresidente Álvaro Uribe por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos. Su jefe natural, el expresidente Uribe, anda más preocupado por los líos judiciales que por el futuro del Centro Democrático. La oposición hoy corre por cuenta de Polo Polo».
«Los candidatos de la derecha no emocionan: en la primera línea está Miguel Uribe, un politólogo con abolengo que entró al Congreso con el título de haber sido el congresista más votado de la lista del Centro Democrático. La derecha vieja que adora los delfines le puso todo en bandeja, pensando que era el candidato para aglutinar el antipetrismo. Consiguió el respaldo de Manuel Santiago Mejía, un reconocido empresario antioqueño, dueño del periódico El Colombiano, en compañía de otros empresarios de Bogotá y Medellín, Mejía lideró una vaca con el fin de contratar a Lester Toledo, uno de los asesores del presidente Bukele de El Salvador, para que por 100 mil dólares mensuales convirtiera a Miguel Uribe, de aquí a diciembre, en el Bukele colombiano. Hasta ahora todo ha sido un costoso fiasco, porque el nombre de Miguel Uribe no despega en las encuestas».
«Hay candidatas que esperan en esa fila, como Paloma Valencia, sin duda una de las congresistas más juiciosas y disciplinadas del Congreso. Ella ha apoyado al Gobierno en unos temas pero se ha opuesto en otros, con argumentos de peso. Paloma representa una derecha más estudiada y sensata que la que abandera María Fernanda Cabal, la candidata más radical. Sin embargo, a pesar que Cabal usa la red X para divulgar trinos delirantes, su nombre tampoco despega en las encuestas».
«De ese uribismo feroz e implacable que le respiró en la nuca a Santos no queda mayor rastro, y ese vacío lo fue ocupando la revista Semana y su directora Vicky Dávila. Ella cumple a la perfección las dos condiciones para ser candidata de la derecha: profesa un odio profundo contra Petro y contra Juan Manuel Santos. dos némesis que han sido parte de los odios que ha movido la derecha».
«Su consigna (la de Vicky) es simple: Petro es el enemigo número uno de los colombianos de bien y es el causante de todos los males del país. Es además una candidata temida, porque nadie se atreve a decirle nada por estar haciendo política desde una revista y, por el contrario, ella sigue fresca subiendo en las encuestas».