En cada escenario de su campaña electoral en Argentina aparecía Javier Milei con una bandera amarilla gritando la palabra libertad. Llamándose a sí mismo “libertario” promovía su ideología anarcocapitalista, prometiendo la destrucción del Estado y la liberación de su país del socialismo y el comunismo. Pero, en realidad ¿Qué tan libertario resultó Milei?
El origen de los verdaderos libertarios
El anarquismo es una filosofía política antiautoritaria que no se basa en el caos, ni se limita a la eliminación del Estado. Surgió como movimiento político, económico y social a mediados del siglo XIX, en pleno corazón obrero y revolucionario de Europa. Este movimiento ideológico, al contrario del marxismo, utiliza el comunismo y socialismo como métodos anticapitalistas para abolir el Estado, la propiedad privada y toda clase de poder coercitivo político, social y religioso.
Proudhon, Kropotkin, Malatesta y Bakunin fueron los precursores del anarquismo que se expandió por el mundo entre la clase obrera, dando paso así a las diferentes corrientes anarquistas, todas ellas con valores en común: Libertad, solidaridad, horizontalidad, apoyo mutuo y autogestión. Ni Dios, ni amo, ni esclavo, ni estado. A estas ideas anticapitalistas se les llamo libertarias y a quien las promulgaba libertario o libertaria.
Los movimientos libertarios son históricamente anticapitalistas, promueven la libertad del ser, el equilibrio con la naturaleza, la educación antisistema, el antimilitarismo, el feminismo, la interseccionalidad, la libertad de los pueblos oprimidos y el derrocamiento del poder.
Existen varios tipos de anarquismo: comunista, colectivista, sindicalista, feminista, ecologista y pacifista, como el de Henry Thoreau, individualista como el de Max Stirner, LGBTI, Black blocks y Antifascista.
¿Libertarista o Libertario?
Aunque el individualismo apareció como parte del anarquismo, no fue aceptado en su totalidad. A mediados del siglo XX, el economista Murray Newton revivió y tergiversó las ideas de Proudhon, Max Stirner y Thoreau, fusionándolas con el neoliberalismo y creando el anarcocapitalismo. Murray, defensor de la supremacía blanca, detestaba el activismo. Para diferenciar su neoliberalismo del liberalismo existente, se apropió del término “libertario” con el fin, según sus propias palabras de “capturar un término crucial que utilizaban sus enemigos”, es decir los anarquistas sindicalistas y comunistas.
El anarcocapitalismo es una ideología de ultraderecha que promueve el Fascismo Corporativo. Busca controlar o eliminar al Estado para beneficiar exclusivamente a los grupos privados y las grandes corporaciones, apoyados en el pensamiento del libre mercado, la supuesta autorregulación y el individualismo extremo. Involucran al proletariado sugiriendo que los privados y monopolios son mejores administradores y que la riqueza llegará a todos a través de la dura competencia; al mismo tiempo, restringen las luchas sociales y eliminan los derechos de la población vulnerable y las minorías.
Así como al marxismo no se la llama anarquismo solo por ser anticapitalista, tampoco se le puede llamar libertario a un grupo anti-Estado pro corporativo. Se debe recuperar el verdadero significado de las palabras libertad y libertario.
¿Milei, un libertario?
Los valores del anarquismo nada tienen que ver con el movimiento neoliberalista de Milei. Su grito de libertad fue una humareda que utilizó para llegar a la presidencia y favorecer la casta que tanto criticaba. No puedes destruir al Estado, siendo parte del Estado. Sus políticas económicas neoliberales fueron criticadas por cientos de economistas en 2023, congelado en los tiempos de la guerra fría parece no entender la geopolítica actual, en menos de un año ha mantenido pésimas relaciones internacionales, rechazó los BRICS, desplomó el PIB y aumentó a un aterrador 54% la tasa de pobreza en su país. ¿Cuál libertad desea Milei y para quién? Es la pregunta que los argentinos se deben hacer.
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