Hay que cambiar el discurso

Por PUNO ARDILA

—¿Oyeron las palabras de Luis Carlos Vélez? —preguntó Osquítar con evidente interés—. Ahí está la prueba de que fue por eso que lo echaron de la emisora, por oponerse a este gobierno, y no por sus sabias palabras contra la tal COP16. ¡Cuánta censura del dictador Petro!

—Yo lo oí —contestó José Sosa—. En su mensaje, dice Vélez que el Gobierno «quiere aumentar los impuestos porque se quedó sin recursos» porque el Gobierno “mató” a la industria petrolera y “mató” a la clase media a punta de impuestos; porque el presidente es populista y es comunista; aunque más adelante dice que su propósito de
“embrutecernos” es la fórmula de los socialistas, y que como los gobiernos pasados han cometido muchos errores, que no nos dejemos meter más impuestos.

—Sesudo análisis, sin duda —dijo el ilustre profesor Gregorio Montebell—. Claramente, es un esfuerzo sobrehumano para un muchacho de este nivel de capacidad. Lamentablemente, esta sociedad “embrutecida”, como él dice, no tiene claridad alguna sobre conceptos clave, como ‘socialismo’, ‘capitalismo’ y ‘comunismo’; incluso sobre ‘decrecimiento’, que tantas opiniones desviroladas ha provocado. Qué vaina que los medios de comunicación de masas estén en manos de semejantes acémilas.

—Pero no pueden ustedes negar —replicó Osquítar— que es cierto lo que dice Luis Carlos Vélez cuando se refiere a que a gobiernos como este «le sirven más los pobres que el progreso y la independencia», y que nos quieren brutos y pobres e incomunicados. No debemos permitir que un gobierno comunista de estos decida los destinos de nuestro país y nos diga cómo tenemos que hacer las cosas y cómo administrar nuestros bienes y cómo tratar y manejar nuestras propiedades.

—Esos son los principios de la dominación política, y no precisamente de la izquierda, sino de lo que hemos tenido desde hace siglos en el poder: “el pueblo es ignorante y el pueblo tiene necesidades” —sentenció el profesor Montebell—. ¿Sabe qué es importante, Osquítar? que la oposición cambie el discurso, porque la gente ya empieza a sospechar. Antes no importaban los muertos; ahora sí. Ahora sí importan los líderes sociales; ahora sí importan los defensores de los derechos humanos y los defensores del medio ambiente. Ahora sí importan los impuestos y ahora sí duele que aumenten los precios de los alimentos. Y ahora duele que haya inflación, aunque esta haya subido en su menor nivel de los últimos años.

Pero, volviendo al asunto de Vélez, no creo que un medio de comunicación convencional, por más antigobierno que sea, tenga que tolerar entre sus huestes a un personaje de tan bajo perfil intelectual como este, ni como el bobazo del Pacho Santos, que también salió por la inercia de sus torpes intervenciones.

@PunoArdila

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Un comentario sobre «Hay que cambiar el discurso»

  1. Buena polemica y acertada en su totalidad. Esos brutos no son periodistas, son locutores y su funcion es leer lo que les escriben sus duenos y jefes.

    Gracias.

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