Por HUMBERTO TOBÓN*
El propósito de la Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad que se reúne en Cali es promover el cuidado, la conservación y la restauración de la biodiversidad. Un acto muy loable, sobre el cual tienen depositadas sus esperanzas millones de personas, que esperan acciones contundentes para frenar la destrucción de los hábitat y la desaparición de centenares de especies cada año.
El lema de esta COP16 es “Paz con la naturaleza”. Se busca que las delegaciones de 196 países acuerden los alcances de 23 metas y objetivos, que hacen parte del Marco Mundial de Biodiversidad denominado Kunming-Montreal.
Cada país debió presentar ante esta conferencia de las Naciones Unidas, sus estrategias y planes de acción nacionales sobre la biodiversidad. Pero, sorprendentemente, sólo 33 países presentaron el documento con dichos planes, lo que demuestra una vez más el poco interés que tienen la mayoría de las naciones en trabajar por un tema sustancial, que es indispensable enfrentar, porque la acción depredadora sigue avanzando sin piedad.
El arrasamiento de la selva amazónica, para sólo poner un ejemplo, demuestra que las malas decisiones de los gobiernos tienen la capacidad de destruir ecosistemas que son fundamentales para la humanidad. La deforestación de la amazonía deja al descubierto impactos gravísimos sobre el clima, afectando el régimen de lluvias, secando largos tramos del río y arrebatándole el origen del sustento a las comunidades que viven en ese territorio.
Esas 23 metas que se pretenden implementar internamente en cada país signatario de la COP sobre Biodiversidad, deben ser la reacción humana frente a la pérdida acelerada de especies animales y vegetales, que están lesionando gravemente también a millones de personas que han visto desaparecer su hábitat.
Además de la preservación, esta COP16 aborda temas relacionados con los recursos energéticos y la intervención económica para implementar los objetivos que se han trazado en materia de biodiversidad, dado que la mayoría de países son muy pobres y requieren ayuda para financiar el cumplimiento de las metas
Frente a la dramática realidad de una biodiversidad cada vez más amenazada, es sustancial trabajar en el aumento de las áreas protegidas, en la restauración de ecosistemas degradados, en la promoción de la agricultura sostenible, en el combate al cambio climático y en el fortalecimiento de la investigación y el conocimiento.
Dados los preocupantes datos que se han venido mostrando en la COP16, se despierta la ilusión de que los países y sus comunidades se comprometan a trabajar en el proceso de protección y conservación e incluso en revertir muchos de los daños que se han producido.
El éxito de esta COP16 no es que hayan llegado delegaciones de todo el mundo a Cali, o que la organización del evento esté siendo aplaudida, o que la ciudad esté limpia y segura, o que se hubiese abierto una zona verde para que todos pudiéramos hablar de biodiversidad; sino que las conclusiones se puedan poner en marcha en cada país y sean lo más vinculantes posible.
@humbertotobon
*Gerente de la RAP Eje Cafetero