Charlotte Gainsbourg y Lars Von Trier: una dupla excéntrica y depresiva

En la historia del cine es recurrente que un director haya logrado tal compenetración con un actor o actriz, que la fórmula se repite en más de un proyecto cinematográfico. Tenemos el caso de Martin Scorsese y Robert De Niro, quienes después de Calles peligrosas hicieron diez películas juntos, entre las que están Taxi Driver, Toro Salvaje y El Rey de la Comedia. Algunos de estos duetos han marcado un subgénero, como el caso del spaghetti western de Sergio Leone y Clint Eastwood, que cambiaron significativamente la forma de hacer cine. Latinoamérica no se queda atrás, tenemos como ejemplo a Juan José Campanella y Ricardo Darín, juntos alcanzaron el Oscar a mejor película extranjera con El secreto de sus ojos.

Charlotte Gainsbourg se caracteriza por ser una actriz selecta con una trayectoria en el cine independiente, lo que ha valido el reconocimiento internacional. Por su parte, Lars Von Trier es un director danés destacado por su excentricidad y cine experimental. Para este puente festivo traemos la trilogía de la depresión, tres películas en las que resulta evidente que Gainsbourg y Von Trier estaban destinados a trabajar juntos.

Arrancamos con Anticristo (2009). La película inicia con una secuencia bizarra: una pareja copulando mientras en la otra habitación un bebé camina peligrosamente hacia la ventana. A partir de aquí se desencadena una trama de alta tensión, donde Gainsbourg y su coprotagonista, Wilhem Defoe, descienden al abismo de la depresión y la autodestrucción; acompañados de una escenografía sombría y caótica. La película la podemos ver en Mubi.

Melancolía (2011). La historia comienza con la boda de Justine (Kirsten Dunst), quien en medio de la felicidad que supone un matrimonio, va derrumbándose a medida que pasan las horas, pese a los intentos desesperados de su hermana (Charlotte) por ayudarle. La cinta es una exploración de la depresión y la ansiedad en sus dos extremos tóxicos: mientras Kristen interpreta a una mujer deprimida que no puede con el peso de su propio cuerpo, Charlotte encarna la ansiedad, la necesidad de controlarlo todo, de salvarlos a todos aunque ya no haya remedio. También en Mubi.

Finalmente Ninfomaníaca V. 1 y 2 (2013). Narra la vida de Joe, una mujer con un patológico deseo sexual desde muy temprana edad. Nos muestra ambas caras de la moneda, no sólo el placer desbordado, la exploración del cuerpo y su sexualidad, sino también el dolor y la locura que puede producir el deseo, además de  la imposibilidad de contenerse pese a los intentos desesperados del personaje para detener su trastorno.

Si bien estas películas han estado marcadas por las polémicas (las escenas de sexo son reales, desarrolladas por actores porno contratados como dobles) sin duda marcaron un hito en el cine de autor y plantea sobre la mesa conversaciones incómodas, las zonas oscuras del ser humano y sus pulsiones, todo dentro de una atmósfera experimental y simbolista. Von Trier es y será un director con una fuerza narrativa poderosa. Sin embargo, y sin temor a equivocarme, sin Charlotte Gainsbourg la trilogía de la depresión no hubiese sido lo que al final se logró: una verdadera obra de arte.

@barcelonasilvo1

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