Un juzgado penal de Bogotá falló una tutela a favor de Marta Elena Monsalve Pineda, hermana de Juan Guillermo Monsalve (testigo estrella contra Álvaro Uribe) y contra la revista Semana y los periodistas Vicky Dávila y Jairo Lozano.
El juzgado, presidido por Octavio Carrillo Carreño, ordenó que en un plazo de 48 horas el medio de comunicación retire de todas sus plataformas la emisión del programa “’Exclusivo: las conversaciones del testigo Monsalve con su familia”, transmitido el 30 de agosto de 2020.
De acuerdo con la determinación del juez, durante esa emisión se publicaron interceptaciones de la familia Monsalve que hacían parte de su ámbito privado y tenían un carácter reservado.
En un comunicado la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI) y la Asociación Nacional de Medios de Comunicación (Asomedios), indicaron que el fallo “desconoce el núcleo fundamental de la libertad de expresión”, censura a los periodistas y “pone en peligro la libertad de prensa”, pues la información divulgada por Semana TV, espacio digital de la revista que dirige Dávila, hace parte de “uno de los casos judiciales de mayor trascendencia en la historia del país”.
Y agregan que pretender que los periodistas no utilicen información reservada por un servidor del Estado y que además deban revelar sus fuentes “crea obstáculos para el cumplimiento de la función de los medios de comunicación y desdibuja su naturaleza“.
La periodista Vicky Dávila también recibió la solidaridad de colegas y medios como El Espectador, que en un editorial aseveró que el juez utilizó una lógica extraña para proferir ese fallo. “Una de dos: o el juez no entiende la importancia y la dificultad de hacer periodismo en Colombia, o lo entiende pero no le interesa y en el proceso quiere llevarse de frente la Constitución y la larga jurisprudencia de la Corte Constitucional”.
Y al mismo tiempo se pregunta: ¿cómo así que no se puede opinar sobre procesos judiciales? En este país de impunidad por los cielos, de casos que nunca se resuelven, de una justicia colapsada, ¿es siquiera realista creer que la única verdad es la procesal y la judicial? Parece más bien que el juez lo que quiere es un país de gente callada y periodistas sin crítica. Vea el editorial completo aquí. Por último, el uribismo también se manifestó en contra del fallo del juez contra Dávila.