Por HUMBERTO TOBON
La aplicación por parte del DANE de una nueva metodología para la medición de la pobreza monetaria en Colombia, basada en la Encuesta Nacional de Presupuesto de los Hogares (35,7%, 2019), nos demostró que somos más pobres de lo que creíamos, pues con la fórmula apoyada sobre la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (28,2%, 2019) no se tienen en cuenta algunas variables esenciales para medir la condición socioeconómica de las familias.
El problema que dejan ver los resultados no sólo radica en el alto nivel de incidencia de la pobreza en el país, sino su tendencia al alza entre 2018 y 2019 (+2,88%) cuando no estábamos agobiados por la pandemia. De las 23 ciudades estudiadas, 16 aumentaron su nivel de pobreza en 2019.
La pobreza extrema también creció. El saltó entre 2018 y 2019 fue del 17% (1,4 puntos porcentuales) al pasar de 8,2% a 9,6% en esos años.
Si le ponemos rostro a los números, el DANE afirma que 661.899 personas ingresaron a la situación de pobreza monetaria en 2019 en Colombia y que 728.955 personas cayeron a la fosa de la pobreza extrema ese mismo año.
Vistas las cifras generales, hay 17,4 millones de personas en condición de pobreza y de estos, 4,7 millones de personas son pobres absolutos.
La incidencia de la pobreza es mayor si las personas son indígenas (59,6%) o negras (43,9%). Los mestizos tienen un nivel de pobreza de 33,9%. Los hogares más pobres son los liderados por mujeres (38,2%), dato que baja cuando los jefes del hogar son hombres (34,4%).
La encuesta del DANE nos deja ver que el 2,6% de los colombianos pertenecen a la clase alta. El 30,4% es de clase media, 31,3% son vulnerables y 35,7% son pobres. Estos datos son cruciales para lo que será el futuro social del país luego de la pandemia.
Los Vulnerables, que son aquellos que habían logrado en los últimos quince años escapar ligeramente de la pobreza y ubicarse en la parte baja de la clase media, están en riesgo de regresar a su condición socioeconómica anterior. Una tragedia que ya ha sido advertida por los organismos internacionales, que prevén que la pobreza pueda incrementarse varios puntos por la falta de ingresos de esos hogares durante la mayor parte de 2020.
Si ocurre el desastre social que algunos predican, Colombia podría regresar a los niveles de pobreza monetaria del 45% como ocurrió en 2005, año en que la pobreza absoluta fue del 13,8%. Una situación insostenible que requerirá de políticas públicas de choque sin precedentes en el país, comenzando por derrotar el desempleo, que se ubicó en agosto de 2020 en el 23,3% a nivel nacional, más del doble que en 2019.
*Estos conceptos no comprometen a la Región Administrativa y de Planificación del Eje Cafetero, de la cual soy subgerente de planeación regional.