En septiembre de 2011, por petición de un Fiscal Delegado ante la Corte Suprema de Justicia, la Sala Penal de esa corporación condenó a 25 años de prisión al exdirector del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, Jorge Aurelio Noguera Cote. Noguera estaba detenido mientras se definía su situación jurídica desde el 2008.
En ese entonces los magistrados del Alto Tribunal hallaron penalmente responsable al exfuncionario por los delitos de homicidio, concierto para delinquir agravado, revelación de asuntos sometidos a reserva y falsedad por destrucción y ocultamiento.
De acuerdo con la investigación, Noguera Cote fue el determinador de la muerte del sociólogo e investigador Alfredo Correa de Andreis, quien fue ultimado el 17 de septiembre de 2004 en Barranquilla por orden de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.
Para el Fiscal Delegado, quien presentó sus argumentos ante la Corte, la Fiscalía estableció que a partir de los allanamientos del principal testigo, Rafael García, existió relación entre Noguera Cote y los grupos ilegales, encontrando que les suministró información que condujo al homicidio del académico. Por esto señaló con certeza los delitos y la responsabilidad del acusado en los cargos endilgados.
Al exfuncionario se le atribuyó además su colaboración, apoyo y financiamiento a grupos al margen de la ley cuando estaba al frente de la dirección de dicha entidad entre los años 2002 y 2006, durante el primer periodo de la presidencia de Álvaro Uribe Vélez.
Precisamente en 2006, cuando ya las aguas del escándalo le llegaban a Jorge Noguera al cuello, Álvaro Uribe lo defendió con una frase que hizo carrera: «Me pareció un buen muchacho».
Seis años después de la condena, la misma Corte Suprema lo sentenció a siete años y diez meses de prisión por su participación y responsabilidad en el escándalo de las ‘chuzadas’ y seguimientos ilegales que se adelantaron contra magistrados de las altas cortes, defensores de derechos humanos, sindicalistas, periodistas y congresistas de la oposición.
El crimen de Correa fue declarado crimen de Estado, luego de que paramilitares en cooperación con miembros del desaparecido DAS lo ejecutaron por ser, supuestamente, ideólogo del Frente 59 de las Farc, nexos que la justicia colombiana desestimó.
Ahora el Juzgado 29 de Ejecución de Penas de Bogotá le concedió al exfuncionario la libertad condicional, al cumplir las tres quintas partes de la condena de 25 años. Para lograr la libertad, el exdirector del DAS tendría que pagar el valor de una caución y firmar el acta de buen comportamiento.
El abogado Víctor Mosquera, quien representa a Noguera, le dijo a El Tiempo que su cliente tiene dos condenas: una por homicidio y otra por seguimientos ilegales, y que se pidió la acumulación de las penas.
Asimismo, el abogado le dijo al mismo medio que seguirán adelante con los recursos internacionales que vienen adelantando por la condena en única instancia que emitió la Corte Suprema de Justicia, con la cual, consideran, violaron sus garantías procesales, derechos humanos y su libertad.
Alfredo Rafael Francisco Correa de Andreis fue ingeniero agrónomo, sociólogo, intelectual y humanista. Nació el 26 de abril de 1952 en Ciénaga, Magdalena y realizó una maestría en educación con énfasis en desarrollo social en la Universidad de Paris XII-Val de Marne de Francia.
Él dedicó 23 años de su vida a la docencia, fue un sociólogo comprometido con la comprensión de la región Caribe, con las poblaciones víctimas de la violencia, del desplazamiento forzado y el despojo de tierras en Atlántico y Bolívar, un académico que articuló sus reflexiones y pensamientos con la sociología colombiana de Orlado Fals Borda. Fue Secretario de Planeación y Secretario de Participación Ciudadana en Barranquilla.
Según el perfil hecho por el portal Justicia y Paz Colombia, el año de su muerte Alfredo, a sus 52 años trabajaba en dos investigaciones, una de ellas financiada por Colciencias con la Universidad del Norte de Barranquilla y otra por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID. Estudió el desplazamiento de las poblaciones de La Cangrejera, Pinar del Río y Loma Roja, en zona rural de Barranquilla. Desarrolló su labor académica en defensa de los derechos humanos.
El mismo portal narra cómo el 17 de junio de 2004 sobre las 5:20 p.m. Correa de Andreis salió de su apartamento en el barrio El Prado de Barranquilla, se despidió de su esposa Alba Lucía y de su hija de 13 años Melissa, para abordar un vehículo que lo llevaría a una reunión en la universidad Simón Bolívar. De manera inmediata agentes del DAS, apoyados por un organismo de inteligencia de Atlántico, retuvieron a Alfredo con una orden de detención por delito de rebelión, que había sido emitida por el fiscal 33 de Cartagena, Demóstenes Camargo Ávila.
Fue recluido en la cárcel El Bosque de Barranquilla, allí permaneció hasta el 14 de julio de 2004. Fue señalado de ser ideólogo y colaborador del frente 59 de las FARC, bajo el alias de “Eulogio” o “El Profe”, víctima de un montaje con pruebas falsas y testimonios comprados.
Todo el material probatorio fue irregular, su defensa aportó las pruebas que evidenciaron que había estado en actividades familiares o de trabajo cuando según los falsos testigos había estado en campamentos de las Farc, se reafirmó que Alfredo era un hombre de paz, entregado a la investigación social, a la academia y un hombre defensor de derechos humanos.
Un mes después fue puesto en libertad, pese a que la Fiscalía General de la Nación tenía el material para dejarlo en libertad de forma más pronta, no lo hizo. El 17 de septiembre de 2004, mientras el profesor Alfredo se encontraba caminando en compañía de su escolta Edelberto Ochoa Martínez por la Carrera 53 con calle 60 a las 2:20 p.m. fue baleado por sicarios junto a Edelberto en vía pública.