Colombia exporta el 90 por ciento de la cocaína que se consume en el mundo y esto le ha dejado al país pérdida en vidas, destrucción de las instituciones, corrupción de la política y la economía, en una guerra que parece no tener fin. Ante este escenario el senador Iván Marulanda, del Partido Verde, lidera un proyecto de ley que pretende regular la producción de la hoja de coca y sus derivados, según lo explica aquí en video para ElUnicornio.co.
Hoy más de 200.000 familias campesinas viven del cultivo de coca. El proyecto de ley propone que el Estado les compra la hoja de coca, para así quitarles la materia prima a las organizaciones criminales.
El proyecto se adelantaría con base en una georreferenciación hecha por la ONU de las áreas cultivadas con hoja de coca en Colombia en 2019. En ese año se hizo un inventario de tierras, que midió y trazó las coordenadas donde están esos cultivos en Colombia.
Iván Marulanda considera que «lo que se produzca en hojas de coca en esas áreas específicas marcadas por la ONU, que son unas 174.000 hectáreas, operaría para la totalidad de la compra de la cosecha de hoja por el Estado colombiano».
Y agrega: «la compraría a precios de mercado. Cualquier cultivo que aparezca por fuera de esa área en un futuro se considerará ilegal y debe ser erradicado. Es importante saber que el Estado podría erradicar nuevos brotes de cultivos en la medida que vayan apareciendo, lo que no puede es erradicar todas las hectáreas que tenemos hoy cultivadas con hoja de coca».
Marulanda asegura que esto le generaría «un ahorro en gastos al Estado, porque cuesta menos comprar la hoja de coca que lo que cuestan hoy los programas que intentan erradicarla. Comprar la cosecha a precios de mercado hoy costaría 2.6 billones de pesos y los programas de erradicación cuestan anualmente 4 billones de pesos: habría un ahorro enorme de recursos fiscales para el Estado».
El congresista recuerda que saldría más costoso si la erradicación se hace con glifosato. «Entre 2005 y 2015, que se erradicó con glifosato, el costo anual de esa erradicación fue de 8.8 billones de pesos por año. Es decir, en diez años los costos de fumigación y de los programas de erradicación fueron de 88 billones de pesos. Esta cifra equivale al presupuesto del ministerio de Agricultura en 50 años».
Marulanda asegura que luego de haber gastado toda esa cantidad de dinero, había 4.000 hectáreas más de cultivos de hoja de coca en el país. Lo que demuestra el poco éxito de este programa de erradicación.
Reitera que más de 200.000 familias, al comprárseles la cosecha, pasarían a ser parte de la sociedad colombiana, de la institucionalidad, de la legalidad. «El Estado les va a permitir establecerse de manera definitiva en esos territorios, podrán iniciar trámites de legalización de sus propiedades y tendrán derecho a la atención del Estado en salud y educación pública».
Para sacar adelante este proyecto trabajan otros 24 congresistas, uno de ellos el senador indígena Feliciano Valencia, del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS).
Ahora, ¿qué hará el Estado con esa hoja de coca que se le compra al productor? Iván Marulanda explica en el video los diferentes destinos que puede tener la hoja de coca, incluso al ser procesada luego como cocaína.