Por HUMBERTO TOBÓN
Hay una alocada carrera de las petroleras de todo el mundo por extraer el crudo que más puedan, así el mercado lo pague barato, antes de que se quede atrapado por siempre en las areniscas, debido a la tendencia mundial de alejarse de los combustibles fósiles y trasladarse al uso de energías limpias.
Los nuevos multimillonarios están interesados en las energías alternativas y varios de ellos (Breakthrough Energy Coalition) están patrocinando investigaciones avanzadas sobre sus potencialidades. Tienen claro que los grandes negocios estarán en la generación de electricidad a partir de las energías solar, hidráulica, geotérmica, eólica o mareomotriz.
Los ciudadanos son cada vez más conscientes de que el Planeta sufre graves daños debido a la sobrecarga de dióxido de carbono, que genera dramáticos cambios en el clima, y empiezan a exigir, especialmente los jóvenes, opciones distintas en materia energética. Los grandes empresarios no petroleros están aprovechando esta ola de indignación. Por ejemplo, los vehículos más vendidos entre la nueva generación de profesionales son eléctricos.
Los diez inversionistas petroleros más importantes del mundo perdieron 50 mil millones de dólares en 2020, y en el listado de los 2.100 más ricos del planeta, sólo figuran 80 dedicados a combustibles fósiles, y corren el peligro, en menos de dos décadas, de desaparecer íntegramente de allí. Ya no son competitivos.
Un pensamiento ciudadano más ecologista y sostenible ha obligado a que muchos gobiernos tomen decisiones en torno a la protección ambiental, las cuales se relacionan con la prohibición del uso y fabricación de carros con motores movidos a gasolina y diésel o la generación de energía con base en carbón.
Las presiones políticas y económicas de la industria petroquímica, sin embargo, han logrado que la Unión Europea, esgrimiendo el argumento del libre comercio, esté obligando a sus asociados que las medidas prohibicionistas para vehículos a gasolina sean a partir de 2040. Pero Países Bajos, Suecia, Irlanda, Dinamarca y Eslovenia han desafiado la orden y adelantaron la prohibición de fabricación a 2030 y de uso a 2040. A ellos se podría sumar Alemania. A esta dinámica han entrado ciudades como Paris y Amsterdam, que incluso están hablando de 2025.
Las medidas relacionadas con las emisiones de gases de efecto invernadero concentran los debates políticos en Europa, Asia y África, y con la asunción al poder de Joe Biden, también en Estados Unidos.
China y Estados Unidos, tan reacios por años de alejarse del petróleo y el gas, ahora prenden motores hacia las energías limpias, no tan rápido como se quisiera, pero no habrá marcha atrás, lo cual es una gran noticia para la sostenibilidad en la Tierra.
Los países en vía de desarrollo, aún siguen apostándole a la industria petrolera como el centro de su actividad económica, y las inversiones en investigaciones energéticas son marginales. Esto permite predecir que la brecha en términos de desarrollo, se seguirá ampliando.
- Los conceptos no comprometen la RAP Eje Cafetero, de la que soy Subgerente de Planeación Regional.