Por HUMBERTO TOBÓN
Los departamentos que conforman la RAP Eje Cafetero comparten con la RAP-E Central ser las regiones más competitivas de Colombia, de acuerdo con los cálculos que se realizan sobre la base del último ranking a nivel departamental (5,86. 2020 – 2021) publicado por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario.
Las posiciones de Risaralda (5), Caldas (7), Quindío (10) y Tolima (12) en el Índice de Competitividad Nacional, se lograron debido a un buen comportamiento en la adopción de las tecnologías de la información y las comunicaciones, por mayor número de hogares con computador y teléfonos celulares. Igualmente, hubo una mejora sustancial en los temas de salud, donde creció la inversión en salud pública, el sistema contó con más médicos generales y especializados y se aplicaron programas para disminuir la mortalidad infantil.
Fueron también importantes a nivel regional los resultados en Innovación y Dinámica Empresarial y en Educación Superior, donde destacan los indicadores en investigaciones de alta calidad, los registros de propiedad intelectual, la cobertura bruta en formación universitaria y el número de graduados en posgrados.
Se presentaron avances regionales en el tema Institucional, especialmente en cuanto a la gestión de recursos públicos, el mejoramiento de la seguridad y la aplicación de justicia.
Sin embargo, en la clasificación de competitividad hay aspectos que se deben enfrentar regionalmente con mayor decisión, como es la sostenibilidad ambiental, pues se comprobó una alta tasa de deforestación, grandes emisiones de gases de efecto invernadero, pocas empresas con certificado ISO 14001 y municipios con una baja valoración de sus riesgos naturales y antrópicos.
También se evidenció en las valoraciones aplicadas por el Consejo Privado de Competitividad, que en la región RAP Eje Cafetero se requiere superar las brechas urbanas y rurales en los servicios de acueducto, alcantarillado y gas natural, además de modernizar la infraestructura de vías terciarias y secundarias y los costos de transporte terrestre.
Hay espacio para mejorar en la educación básica y media en la región RAP Eje Cafetero, en cuanto a calidad educativa y freno a la deserción, que creció durante la fase de la pandemia en 2020. A pesar de las dificultades, se destaca que los índices de cobertura en todos los ciclos son buenos en comparación con la media nacional.
Existe el reto que los departamentos de Quindío y Tolima fortalezcan sus indicadores relacionados con el entorno de los negocios y reduzcan sus brechas con Caldas y Risaralda, que ocupan los dos primeros lugares en este tema en el país. Esto significa facilidad para abrir empresas, registrar propiedades, obtener permisos de construcción y recaudo de impuestos.
Tomando prestadas palabras del gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, sobre el tema de la competitividad, se concluye que “más allá de los números que muestran los indicadores, este ejercicio nos debe servir para potenciar los esfuerzos en aquellas áreas donde somos muy competitivos, y enfocar los intereses sectoriales para encontrar las mejores soluciones en las áreas en las cuales evidenciamos retrasos”.