En diálogo con el portal DW (Deutsche Welle), el militar retirado Alfonso Manzur Arrieta dijo que «es terrible escuchar eso, pero es la realidad», a propósito del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio, presuntamente a manos de un grupo de militares colombianos contratados como mercenarios por la firma estadounidense CTU Security.
En respuesta a las preguntas ¿Cómo y por qué Colombia produce mercenarios? y ¿quiénes son los contratistas y quiénes los llamados mercenarios? Manzur dijo: «Este es un fenómeno surgido de más de medio siglo de guerra en Colombia, en el que la Fuerza Pública, en especial el Ejército y la Armada, se convirtieron en un poderoso factor de la guerra misma”.
Manzur, director de Veteranos por Colombia, fundación que «aboga por la reconciliación entre exmilitares y exguerrilleros», le dijo al medio alemán que la alianza de las Fuerzas Armadas con el paramilitarismo dañó la ética militar y fue la génesis de lo que más tarde se conocería como los ‘falsos positivos’.
Manzur además hace énfasis en que según la Justicia Especial Para la Paz (JEP) entre 2002 y 2008 militares colombianos asesinaron a por lo menos 6.402 jóvenes inocentes para ser presentados como bajas en combate.
«Esa unión le hizo perder la legitimidad a las Fuerzas Militares de Colombia. Hoy, muchos de mis excompañeros están en la cárcel por ello”, expresó Manzur.
Y señala que cuando un Ejército pierde su norte ético, puede dar origen al «mercenarismo”, por lo cual lo considera «un fenómeno muy complicado”.
La DW reveló que la Fuerza Pública de Colombia sigue siendo la mayor de toda América Latina, superando a Brasil. Entre 2015 y 2020, según el ministerio de Defensa, Colombia pasó de tener y mantener a 451.124 soldados, cadetes y policías, a contar con 402.308 hasta septiembre de 2020. En respuesta a un derecho de petición de Colombiacheck, el Ministerio de Defensa informó que en 2020 el presupuesto del Ejército, la Armada y Fuerza Aérea fue de 11.564.339 millones de pesos, y el de la Policía de 9.701.672 millones de pesos.
Por último, el artículo cuenta que bastan 21 años de servicio para que un militar tenga el derecho a recibir una «asignación de retiro”. Mientras exoficiales del Ejército reciben hasta 6 millones de pesos mensuales (alrededor de 1.560 dólares) tras dos décadas de trabajo, un ingeniero electrónico en Colombia gana apenas unos 2 millones y medio de pesos de salario, unos 650 dólares. Y los soldados rasos apenas reciben el salario mínimo como pensión, que hoy en Colombia no alcanza al millón de pesos, unos 260 dólares. Tan poco, que tienen que buscar trabajos alternativos para subsistir.
Por su parte BBC Mundo indicó que con lo sucedido en Haití no es la primera vez que mercenarios colombianos son noticia mundial por su participación en operaciones militares que traspasan fronteras.
Durante las últimas dos décadas, cientos de militares colombianos han sido empleados por contratistas privados de países como Estados Unidos o Reino Unido para dar apoyo en las guerras de Afganistán, Irak y Yemen.
Expertos en seguridad explican que la industria de los mercenarios experimentó un cambio después de los atentados contra las Torres Gemelas en Nuevas York en 2001, y fue el inicio de la llamada «guerra global contra el terrorismo», parcialmente ejecutada por contratistas privados.
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