Ante un ELN maximalista: ¿qué hacer?

Por ABEL PAZMIÑO

Estamos viviendo la crisis más aguda desde que el 11 de agosto de 2022 delegados del gobierno del presidente Gustavo Petro, encabezados por el Alto Comisionado de Paz Danilo Rueda y el senador Iván Cepeda -acompañados por la Conferencia Episcopal de Colombia y la Misión de la ONU-, se reunieron en La Habana con la delegación del ELN qué permaneció desde abril del 2017 en Cuba para retomar el proceso de diálogos y negociaciones desde el punto que fue dejado en agosto del 2018, en el gobierno de Juan Manuel Santos.

En esa primera visita de la delegación de gobierno a La Habana se agradeció todo el trabajo y compromiso de Cuba con la Paz de Colombia.

En octubre de 2022 salió la delegación del ELN, luego de que la Fiscalia Colombiana volviera a levantar las órdenes de captura contra los y las integrantes de la delegación del ELN y se pudieran adelantar todos los procesos legales qué los reconocen como integrantes del ELN qué participan de diálogos y negociaciones con el gobierno colombiano como la legislación nacional lo exige.

En noviembre del 2022 se dio la primera reunión formal de la delegación de gobierno liderada por Otty Patiño y el senador Iván Cepeda, con la delegación del ELN liderada por Pablo Beltrán y Aureliano Carbonell, en ese primer ciclo de trabajo se establecen las bases del proceso con los respectivos protocolos que detallan aspectos como el funcionamiento de la mesa, los traslados de la delegación del ELN, lo que significa el trabajo de los garantes internacionales y en caso de ruptura definitiva del proceso las garantías de seguridad para la delegación del ELN.

En febrero del 2023 en Ciudad de México las dos partes firmaron la agenda del proceso, que guarda la misma estructura de la firmada el 30 de marzo del 2016 en Caracas con el gobierno Santos, y dimensionada en sus alcances al ser firmada con un gobierno con una agenda de profundas transformaciones y que promueve la participación social y ciudadana, como lo es el del presidente Gustavo Petro.

En mayo del 2023 se logró un acuerdo sobre la constitución de un Comité Nacional de participación para que diseñe este punto de la agenda referido a la participación para la Paz, un comité con una importante participación del mundo campesino, indígena, afro, las mujeres, los jóvenes, los trabajadores, la diversidad sexual y la discapacidad, junto a importantes sectores de gremios económicos, igualmente fue posible un acuerdo para un cese bilateral de fuego y hostilidades, ambos puntos : instalación del Comité Nacional de participación y el inicio del cese bilateral con mecanismos de verificación se dieron el 3 de agosto del 2023.

En el segundo semestre se lograron acuerdos para trabajar de manera conjunta entre Gobierno y ELN, en lo que denominaron zonas críticas, allí donde se mantiene la dura violencia y son múltiples las necesidades sociales y económicas.

En octubre de 2023, el secuestro del padre del futbolista Luis Diaz puso sobre la mesa la necesidad de un compromiso de suspensión por parte del ELN, frente a la condenable práctica del secuestro, lo cual el ELN asumió de manera unilateral -aunque en las últimas semanas se ha desmarcado de ese compromiso- en su momento fue un importante paso por parte del ELN.

En febrero del 2024 finalizó el cese al fuego bilateral y fue prórrogado por otros 180 días que han finalizado este 3 de agosto.

Se acordó la conformación de un Fondo con recursos nacionales e internacionales para la financiación de este proceso de paz sobre el cual el autor de estas líneas no cuenta con información y hay controversia sobre en que líneas se debe mover este Fondo, siendo la más difícil de asumir, la que corresponde a si es posible financiar al ELN antes de finalizar la construcción de un acuerdo de paz, a mi juicio la variable a tener en cuenta es si se financia al ELN para la acción de paz donde por supuesto que si y la financiación para la guerra, por supuesto que no, pero hay grises como todo en la vida, es una tema por resolver y clave para avanzar en la construcción de un acuerdo de paz.

En marzo se hizo pública la situación del Frente Comuneros del Sur, la estructura del ELN que ha entrado en contradicción con la dirección del ELN y que al día de hoy ha oficializado que se separa. Esta situación ha generado una gran controversia entre el ELN y el gobierno, para el ELN esta es una operación de inteligencia y configura perfidia y para el gobierno es un tema interno del ELN y al Frente Comuneros del Sur separarse del ELN, el gobierno ha abierto un proceso de diálogos y negociaciones con esta estructura, el cual ya tiene agenda y una delegación de gobierno, es un proceso de paz regional en curso.

Desde abril el ELN ha hecho pública sus consideraciones sobre los «factores de crisis» : la situación de Nariño, lo que valora como la acción coordinada entre la Fuerza Pública y «paramilitares» y los impactos en el cese bilateral, otro tema es el Fondo, sus desarrollos y finalidad, igualmente el ELN tiene reparos sobre acciones en las. Zonas críticas de intervención mutuamente acordadas y considera que el gobierno lo trata como un Grupo Armado Organizado – GAO- y para el ELN es inaceptable esta categoría.

Sobre cada uno de los puntos donde el ELN tiene observaciones y críticas, la delegación de gobierno tiene igualmente sus explicaciones, razones y argumentos, son puntos críticos qué por supuesto han afectado el proceso y lo tienen en una crisis.

La delegación de gobierno siempre ha insistido en que hay que sentarse a trabajar y buscar salidas, qué ante las dificultades se requiere acción conjunta, a lo cual el ELN ha respondido con la exigencia de una resolución presidencial que los saque de los GAO y hay voces que consideran el tema ya resuelto.

Hoy 4 de agosto ya no hay cese bilateral, hay expectativas por el retorno a la mesa.

Esperemos que no vuelvan las muertes de soldados, policías y guerrilleros, que no vayamos a voladura de oleoductos y paros armados, la sangre y la crispación no ayudan a un proceso de paz, con participación de la sociedad y transformaciones a llevar adelante una vez acordadas.

Al gobierno le quedan dos años y hay que aprovechar al máximo el tiempo.

Afortunadamente frente a esta crisis en curso siguen trabajando de manera profesional y comprometida la Conferencia Episcopal de Colombia, los países garantes y los países acompañantes y hay un mundo social y político a la expectativa para seguir trabajando por este acuerdo de paz.

@abel_pazmino

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