Por GERMÁN AYALA OSORIO
Más allá de lo pretencioso que puede resultar el proyecto político de Paz Total del gobierno y el error del presidente Petro de anunciar un inexistente acuerdo de cese bilateral del fuego con el ELN, el objetivo genuino de pacificar el país por las buenas tiene enemigos dentro propio establecimiento, incluso dentro de instituciones como la Fiscalía. Así lo demostró el propio fiscal general, Francisco Barbosa en su viaje a Estados Unidos. El ladino funcionario dio declaraciones que dejan ver con preocupante claridad que él está convertido en el enemigo número 1 de la Paz Total. Es más, se podría decir que su actitud de abierta oposición a la paz se asemeja a las poses anacrónicas asumidas por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las extintas Farc-Ep, grupos que insisten en tomarse el poder a tiros, cuando sus dirigentes saben que eso es imposible.
Adam Isacson, de WOLA, calificó la declaración de Barbosa como preocupante. “Hemos visto que él pretende utilizar la Fiscalía General para oponerse a la estrategia de paz del Gobierno. Parece no dejar espacio para la negociación. También parece haberla dicho con fines mediáticos, sin pensar en las consecuencias de su postura”.
¿Qué puede explicar lo dicho por el fiscal Barbosa en Estados Unidos? Lanzo la siguiente hipótesis: la reacción de Barbosa se debe a su animadversión ideológica hacia la figura de Petro, a lo que hay que sumar varias circunstancias: una, que el fiscal general es una ficha del uribismo, a cuyos miembros no les conviene que el Estado logre consolidarse en todo el territorio como un orden capaz de garantizar la paz y la convivencia. Por más de 25 años el conflicto armado interno y la fracasada lucha contra las drogas sirvieron al expresidente antioqueño para legitimar su narrativa guerrerista de la que se sirvieron sus más cercanos amigos para desplazar campesinos, afros e indígenas y arrebatarles más de 7 millones de hectáreas de tierra. Y otros, lograron coronar millones y millones de toneladas de droga y lavar otros tantos millones de dólares provenientes del lucrativo negocio, aprovechándose de una guerra fracasada y del naturalizado ethos mafioso con el que los colombianos se acostumbraron a ver operar el Estado.
Barbosa le está cobrando a Petro el haberlo puesto en calzas prietas con lo de los bienes de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que no aparecen. Y lo hace de la peor manera: sembrando dudas en el gobierno americano sobre los alcances de la Paz Total, en particular en lo que tiene que ver con el sometimiento de narcotraficantes. A lo mejor las autoridades americanas no quieren ver otra vez el grotesco espectáculo de una nueva “Catedral” que les haga recordar los tiempos en los que el gobierno de César Gaviria Trujillo (1990-1994) se sometió a los caprichos del criminal y narcotraficante, Pablo Emilio Escobar Gaviria. Recordemos que el narcotraficante convirtió la “cárcel” de la Catedral en un club en el que orquestó crímenes con sus amigotes, así como todo tipo de bacanales, con la anuencia de todo tipo de autoridades, incluido, el alto gobierno.
El fiscal general sabe que la intención del presidente Petro es esculcar sus actuaciones institucionales, consideradas por el mismo mandatario como contrarias a la ley, por el favorecimiento de castas políticas corruptas que fiscales de bolsillo tratan con guantes de seda. Así las cosas, el único camino institucional que le queda a Francisco Barbosa es indisponer al gobierno de Biden con el proyecto de la Paz Total de Petro. Una vez deje la Fiscalía General, esta ficha del uribismo muy seguramente será candidato presidencial o se prestará, con la información delicada que tiene en sus manos, para deslegitimar el gobierno de Petro y por esa vía, facilitar el golpe de Estado que al parecer se viene orquestando desde varios frentes sociales, militares y políticos. El director de WOLA no considera posible que se dé ese escenario. “Siempre habrá un deseo de limitar la capacidad de Petro de gobernar, si no de sacarlo. Cuando fue alcalde de Bogotá, se recuerda lo que pretendía hacer el procurador Alejandro Ordóñez. Pero, por ahora, no creo que sea probable que intenten tumbar al presidente”.
Ya veremos si lo dicho por Barbosa en los Estados Unidos logra fracturar la confianza de los gringos en el gobierno de Petro. De la reunión de hoy lunes entre el Fiscal General y el presidente de la República podrán salir luces acerca del tipo de relaciones que en adelante sostendrán los dos. Se avecinan tempestades.
@germanayalaosor