«Acabaré la corrupción dentro de la Policía»: Horacio José Serpa

En entrevista con El Unicornio el candidato del Partido Liberal a la alcaldía de Bucaramanga, Horacio José Serpa Moncada, habló del liderazgo que quiere imprimirle a la ciudad, de su experiencia en lo público y de la necesidad de acabar con la corrupción dentro de la Policía Metropolitana, como punto de partida para brindar una seguridad efectiva. Respecto a la reciente adhesión de Emiro Arias a su campaña, dijo que estaría dispuesto a conversar con otros candidatos progresistas.

JGP: Usted tiene como principal bandera de su campaña el rescate de la seguridad. ¿Por qué ese y no otros temas?

Es que a la gente lo que más le preocupa es la inseguridad: los atracos diarios, hay microtráfico, consumo de drogas en los parques, raponeo, hurtos al por mayor. La gente no se siente tranquila en las calles. En todas las encuestas los bumangueses dicen “ayúdennos con la seguridad”.

Pero, hablando de seguridad, la gente se queja de que muchos miembros de la Policía en lugar de ayudar están aliados con la delincuencia, que hay cercanía con componentes del microtráfico… en fin. ¿Cómo enfrentar este fenómeno, cuando la misma sal se corrompe?

No se puede generalizar, pero sí: todo el mundo en Bucaramanga sabe dónde está los jíbaros, y llama la atención que no se intervienen esos lugares, que están identificados como ollas del microtráfico. Y entonces los vecinos piensan “la manzana podrida recibe plata de esos traficantes”. No se puede generalizar, pero que hay esos policías corruptos, sí, los hay. Y yo erradicaré esa corrupción. Es el punto de partida para brindar una seguridad efectiva.

Hay lugares comunes en el tema de seguridad: que cámaras de seguridad, que más policías… Pero ¿dónde está el que proyecta don de mando? ¿Cómo hacer para recuperar la confianza en la autoridad? ¿Ve posible en sus primeros 100 días erradicar esos focos de delito que todo el mundo sabe dónde están ubicados, pero misteriosamente siguen ahí?

Lo primero es dar ejemplo. El alcalde actual es alguien por completo ausente, no aparece en los barrios, menos en las comunas, no les da la cara a los bumangueses. Hay que dar ejemplo, ponerse los pantalones y ser el primer policía de la ciudad. En los tres primeros meses debemos tomarnos esas ollas y acabarlas, erradicarlas.

¿Acaso la inseguridad no está ligada a falta de oportunidades de empleo o de un ingreso equitativo para toda la población? ¿Dónde queda la inversión social, mejor dicho?

66.000 bumangueses se acuestan con hambre: no pueden alimentarse tres veces al día. Antes la secretaría de Desarrollo Social ayudaba con mercados para más de 20.000 personas. Esos mercados los redujeron a menos de 3.000, es algo lamentable. Antes había un presupuesto más amplio que acogía lo nacional, lo departamental y lo municipal. Hoy en día solo hay recursos municipales, por eso hay menos plata para lo social.

¿Cuál es la solución, entonces?

La solución es luchar contra la pobreza extrema. ¿Cómo? Uno, consiguiendo que haya cero hambre en Bucaramanga. Dos, apoyo a madres cabeza de hogar y a personas en condición de discapacidad. Lo anterior debe venir acompañado de un plan de infraestructura: obras. El principal jalonador de empleo en cualquier país es la infraestructura, sobre todo de vivienda. Se trata de tocar las puertas del gobierno nacional para aumentar el empleo en el sector productivo.

Usted dice que tiene experiencia en lo público. ¿Esto qué quiere decir?

Voy a darle tres ejemplos de servicio en el sector público. Uno, la ley general de Turismo. Yo fui autor en el Senado de una ley que disminuyó el IVA de los tiquetes aéreos del 19 al 5% por dos años. Hubo además excepción de IVA para hoteles y hostales, y cero por ciento de impuesto al consumo en bares y restaurantes por los mismos dos años, 2021-22. Esto para reactivar el turismo. Dos, ley de obras inconclusas: hoy existe un registro de obras inconclusas que maneja la Contraloría. En cualquier municipio de Colombia hay por lo menos una obra que nunca se terminó: la escuela, el hospital, el puente, inconcluso. Para el próximo periodo se deben incluir todas esas obras en los planes de desarrollo de los alcaldes entrantes. Tres, las pasantías profesionales ya son válidas como experiencia profesional. Antes los jóvenes decían “salimos a buscar trabajo y nos dicen no tienen experiencia”. Pues logramos que esas prácticas se validen como experiencia laboral.

Bueno, pero es que a usted lo critican porque no logró cosas puntuales para Bucaramanga…

Eso no es cierto. Y le voy a contar esto: cuando se venían los 400 años de Bucaramanga, nos citó el alcalde Cárdenas a los congresistas santandereanos y dijo “necesitamos que nos ayuden”. Yo fui a hablar con el presidente Duque, y me dijo: “yo no le puedo ayudar a Bucaramanga porque Cárdenas no ha hecho sino insultarme y maltratarme”. Le respondí “presidente, olvide ese rencor y por el bien de Bucaramanga, ayúdenos”. Y me preguntó “bueno, ¿qué proyectos hay?”. Regresé a Bucaramanga, pedí los proyectos y no había uno solo. Ahí se notó la improvisación de esta alcaldía.

Hablemos de transparencia. Todos los políticos en el imaginario de la gente son corruptos. Usted ha sido acusado de ser senador del Partido Liberal y de estar apoyado por concejales, diputados y congresistas de ese partido, de modo que la ciudad podría volver a manos de esos que derrotó Rodolfo. ¿Usted qué garantías da de que un Jaime Durán no termine tomando decisiones en su alcaldía?

Buena pregunta. Pero es que yo no voy a ser tan pingo de tirarme mi vida. Mi papá fue un luchador, estuvo prácticamente en todos los cargos que pueden existir en lo público, salvo la presidencia de la República, y nunca fue visto como un corrupto. A Serpa se le quería o se le atacaba por sus posiciones políticas. Pero sus contradictores siempre supieron que era una persona correcta. Yo debo defender ese legado, no puedo salir con un chorro de babas. Me comprometo a que los colombianos sigan teniendo esa opinión de la familia Serpa. Es mi más grande responsabilidad, no puedo salir dentro de cuatro años a que la gente me señale de ser un bandido. Eso no va a ocurrir. Jamás me han abierto una sola investigación ni en la Procuraduría ni en la Fiscalía ni en la Corte Suprema ni en la Personería.

Ya que habla de su papá, la gente recuerda de él su “vibrato serpista”. A usted se le sintió con firmeza en un video donde respondió a los que le decían que no nació en Bucaramanga, pero no se le ha vuelto a escuchar.

En esa ocasión que usted menciona era una reunión de amigos liberales. Me dio ‘piedra’ que dijeran que no tengo nada que ver con Santander, que soy un foráneo. Ahí fui vehemente. Pero puede tener la seguridad de que el vibrato volverá a salir, Jorge.

Hablemos de movilidad: el candidato del candidato del Pacto Histórico, Jaime Calderón, dice que sí es posible un transporte público gratuito con un prepago del servicio en el recibo de la luz, en estos términos: “que los estratos 4, 5 y 6 subsidiemos a los estratos 1, 2 y 3”. ¿Qué piensa de esto?

La propuesta se escucha bien, pero no es tan fácil. ¿Cómo definir en el recibo de la luz quiénes van a pagar más y quiénes menos, como segmentar eso? Si la factura de la energía ya está costosa, generarles una carga adicional a los usuarios es bastante difícil. Uno entiende que los estratos altos deben pagar más para subsidiar a los estratos bajos, pero se requiere más información técnica sobre su viabilidad.

A usted se le acaba de unir alguien que viene de la izquierda, Emiro Arias, quien fue recibido con bombos y platillos. Si otro progresista como Jaime Calderón quisiera adherir, ¿también lo recibirían en su campaña?

Hay que hablar con todos. Yo no debo descuidar temas, queremos una ciudad conectada, una ciudad que vuelva a tener la relevancia que perdió. Y en esa tarea hay que conversar con los demás candidatos, a ver si hay o no afinidad. Tomarse un café con otro candidato, uno no se puede negar.

Volviendo al tema de lo social, los jóvenes se quejan de que son excluidos de programas que los beneficien. ¿Cómo hacer para incluirlos? ¿Qué tiene un joven como usted para los jóvenes?  

Primero, posibilidades de empleo. Para esto el Estado se debe aliar con el sector privado: generar planes de vivienda de interés social, se necesitan más de 50.000 viviendas. Esto genera empleo. Y brindar el apoyo social que aún falta, porque es cierto que los jóvenes están abandonados. Se requiere un programa de escuelas deportivas, para desvincularlos de drogas y microtráfico. Y dos, planes semilla para emprendimientos: buscar la generación de empleo mediante la creación de empresas, de apoyo a proyectos creativos. Se dice que Bucaramanga es la ciudad milagro en empleo, pero la mitad de los empleos en la ciudad son informales. El gran jalón está en desarrollar planes de infraestructura. Ahí se debe dar el énfasis.

Las encuestas muestran un 23% de indecisos, que es el mismo porcentaje de los que piensan votar por el que va de primero. ¿Qué les propone a esos indecisos para que voten por usted?

Bucaramanga se perdió del mapa nacional, es una ciudad invisibilizada por la falta de liderazgo. Esta situación cambiará. Bucaramanga no aguanta otros cuatro años de improvisación. Se necesita una persona con experiencia en lo público, para que lidere y haya autoridad. Que dé ejemplo. Lo otro es la capacidad de gestión, porque la plata está en el gobierno nacional. Hay que tocar esas puertas, para que les den el visto bueno a los proyectos. Que la plata no se quede sin ejecutar. Y ejercer un liderazgo para unir, no para destruir. ¿Cómo es posible que los cuatro alcaldes del área metropolitana no se comuniquen, que no haya un solo pico y placa para todos los municipios?

¿Cómo recuperar el optimismo de los bumangueses, que hace ocho años estaba en un 71%, mientras hoy hay un 75 % de pesimismo?

Bucaramanga necesita un símbolo de experiencia, de gestión, de liderazgo para unir. No podemos tener un alcalde desentendido. El alcalde no puede decir que se va a hacer el pingo frente al transporte pirata. El alcalde debe ser un líder con los pantalones bien puestos, uniendo, convocando.

A su principal contendor lo llaman el “pastor” porque utiliza la religión para hacer política. ¿Usted haría lo mismo?

No, no me parece correcto. Pero de lo que hay que hablar es de la capacidad de transformar a Bucaramanga.

@HoracioJSerpa

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