Buenas noticias del gobernador Tamayo

Por HUMBERTO TOBÓN*

El tema más crítico desde el punto de vista social para Risaralda, durante la discusión del Plan de Desarrollo en 2020, fue el de la pobreza. Una era la realidad con la que se encontró el nuevo gobernador Víctor Manuel Tamayo al momento de posesionarse y otra, muy distinta, la que empezó a vivir cuando apenas calentaba motores su administración, debido al brutal impacto de la pandemia de Covid 19.

Las finanzas públicas se deterioraron por el cierre de las actividades económicas que surten el tesoro departamental, y la gente empezó a evidenciar carencias muy complejas y profundas, especialmente relacionadas con el desempleo, la pobreza y el hambre.

Por eso, la decisión del gobernador Tamayo fue priorizar la inversión en aquellos sectores que sirvieran para contener el desastre social que se estaba viviendo. De un lado, garantizar la alimentación, y del otro, evitar que la calidad de vida de las personas se destruyera por completo. Este es el antecedente de la meta de bajar la pobreza multidimensional (IPM) de 12,5% (2019) a 11,7% (2023). Muy ambiciosa en ese momento de crisis.

Dar ese salto, en las condiciones en que se encontraba financieramente el territorio, no era fácil, y requería de unificar fuerzas institucionales al interior de la Gobernación para focalizar inversiones y mover los distintos indicadores. El resultado, tres años después, no puede ser más satisfactorio. En 2021 el Índice de Pobreza Multidimensional cerró en 10,7% y en 2022 disminuyó al 10%.

El efecto de cumplir esta meta del plan de desarrollo de Risaralda, muestra avances sustanciales en los indicadores que explican las condiciones educativas, de la niñez y la juventud, el trabajo, la salud, la vivienda y los servicios públicos.

El reto es seguir avanzando, y con la dinámica que se tiene en el cierre de este gobierno, muy seguramente se podrá estar cerca del 9% en el IPM.

En la misma dirección de buenas noticias, Risaralda se ubicó como cuarta en Colombia en el ranking del Índice Departamental de Competitividad (2023), elaborado por el Consejo Privado de Competitividad. Y en este punto, se logró un resultado de 5,24 en el Indicador de Innovación y dinámica empresarial, superando la meta fijada en el Plan de Desarrollo de obtener 5,10. Nada fácil, especialmente cuando se está intentando consolidar la reactivación económica del territorio.

Todas estas buenas noticias para Risaralda, contribuyen a mejorar el ánimo ciudadano y hacer crecer el optimismo empresarial, lo que se convierte, por demás, en un reto para el gobierno territorial.

Todavía hay muchos hogares que esperan ser beneficiarios de la inversión pública y poder acceder a los bienes que oferta el Estado. Esta es una tarea que no puede ser del resorte exclusivo del gobierno departamental, sino que se debe contar con una mayor actividad de los equipos locales en las alcaldías y la inversión nacional, que debe ampliarse, especialmente en un gobierno que tiene como lema proteger la vida.

@humbertotobon

*Estos comentarios no comprometen a la RAP Eje Cafetero, de la que soy Subgerente de Planeación Regional

Sobre el autor o autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial