Hablando “en honor a la verdad”, si hubo un ganador durante la jornada de protestas y de vandalismo que hubo en el país desde el 21 de noviembre, este fue el canal local City TV, perteneciente a la Casa Editorial El Tiempo.
Mantuvo a los bogotanos enterados minuto a minuto de los acontecimientos y rompió su programación normal, para informar sin interrupciones sobre lo que sucedía en diferentes puntos de la ciudad.
Esto hizo que los televidentes estuvieran pendientes del canal. Su sintonía se percibió en las calles, en muchos establecimientos comerciales el televisor estaba prendido y las personas pendientes de los informes en directo, para conocer de primera mano la situación de orden público o de transporte en las localidades.
Además lo hizo con mesura, sin aspavientos ni exageraciones: se remitían a explicar lo que sucedía, ya fuera a través de las redes sociales, desde el sitio de los hechos o desde el set de grabación, donde su presentador estrella Jonathan Nieto cumplió una destacada labor.
El jueves 21 de noviembre en la noche se inició el cacerolazo y de manera muy acertada City TV le dio el protagonismo que merecía, teniendo en cuenta que era algo inédito que pasaba en toda la ciudad. No dudó en calificarlo como histórico y detuvo la marcha normal del noticiero para mostrar cómo esta forma de protesta pacífica se tomaba la ciudad, y de paso buena parte del país.
Al siguiente día comenzaron desde las 3 de la tarde a informar sobre las irregularidades en el servicio de transporte y las alteraciones del orden público en distintos lugares de Bogotá, mientras RCN y Caracol solo mostraban boletines en medio de sus novelas vespertinas. Tuvo también el acierto de cubrir en director la intervención del alcalde Enrique Peñalosa, donde anunció primero el toque de queda en tres localidades (Kennedy, Bosa y Ciudad Bolívar) y luego, sin el toque sensacionalista de “¡Última hora!” la misma restricción de movilización ciudadana para toda la capital.
Por eso los televidentes a esa hora ya sabían que esa era la fuente para mantenerse informados, y se escuchaba fácilmente en las calles “pongan a City” o “vea City TV que ahí lo muestran”. A diferencia de Canal Capital -el medio de la Alcaldía de Bogotá, al cual se le notó la limitación que tiene de recursos y solo mostraba la misma imagen de una troncal de Transmilenio por largos periodos de tiempo mientras sus reporteros transmitían la versión “oficial”.
Es indudable que el servicio informativo de City TV -bajo la eficaz dirección de Darío Restrepo y el respaldo de la dirección de El Tiempo- supo capitalizar la necesidad que tenían los bogotanos de información veraz y en vivo, pero sobre todo la entregó en forma oportuna y responsable.
Fue si se quiere una manera de ganar audiencia, en un momento en que este canal enfrenta serias dificultades económicas, que llevó a sus dueños a un reciente y drástico recorte de personal. Ojalá sigan aprovechando estos momentos de coyuntura para seguir informando con presteza y pertinencia, si quieren seguir ganándose la confianza de sus televidentes.