Colombia le dijo «No al cambio» en primera

Por GERMÁN AYALA OSORIO

Lo primero que hay que decir es que el 29 de mayo no fue el día D, pues el cambio no se dio en primera y lo más probable es que tampoco se dé en segunda.

Con los resultados de los comicios se constata que para derrotar al régimen uribista no basta con un candidato inteligente, con un discurso progresista y conocedor de los problemas del país. Por el contrario, un candidato con las características de Gustavo Petro constituye un desafío para quienes prefieren continuar viviendo bajo un régimen criminal en todos los sentidos. Un régimen ecológica, social, cultural y ambientalmente insostenible, que se legitima y se consolida gracias a que un poco más de 11 millones (sumando los votos de Rodolfo Hernández y Federico Gutiérrez) votaron para negar el cambio y decir que prefieren vivir bajo las oprobiosas condiciones que les impone el régimen de poder, que abrirse a la posibilidad de cambiar lo que culturalmente viene mal en Colombia desde hace más de 30 años.

La derrota del candidato oficial del gobierno de Iván Duque y el ungido de Uribe es, sin duda, un golpe al uribismo, pero no significa su derrota, pues tendrán en Rodolfo Hernández la oportunidad de reencaucharse y continuar operando bajo el ethos mafioso que les sirve a industriales, académicos, empresarios, militares, periodistas, clase política y a cientos de millones de colombianos que se acostumbraron a recibir migajas en contratos acomodados. El mismo ethos que enreda a Hernández con el caso Vitalogic, el mismo sobre el que la gran prensa no ha dicho mucho.

Rodolfo Hernández no es ninguna sorpresa electoral. Los casi seis millones de votos que obtuvo, representan en gran medida a quienes no desean escuchar largos discursos, porque no tienen la capacidad para entenderlos. Esos millones, haciendo uso de su derecho a mantenerse en la ignorancia, votaron por el más básico y primitivo de los candidatos. El exalcalde de Bucaramanga es un patán, misógino, violento, desconocedor de las normas y godo que se vendió como un antipolítico corrupto, cuando hay sombras que lo persiguen como administrador de lo público.

Sus votantes no ven los enormes riesgos de llevar a la Casa de Nariño a quien no conoce el país. Lo curioso es que quienes en campaña advertían de que la democracia estaría en riesgo si Petro ganaba en primera, deberían estar preocupados por el carácter autoritario y la chabacanería del “viejito” Rodolfo Hernández.

Insisto en que derrotar a la derecha uribizada es un enorme desafío cultural para una sociedad patriarcal, conservadora, violenta e insensible. Habrá que examinar en detalle qué falló en la campaña del Pacto Histórico. Haber aceptado a varios políticos corruptos o señalados de clientelistas y corruptos, jugó en contra de Petro, pues hizo que su discurso anticorrupción se desvaneciera ante la contundencia de las groserías de Hernández.

Creo que la suerte está echada. Lo más probable es que quienes votaron por alias Fico, terminen apoyando a Hernández. La Colombia mafiosa y corrupta terminará aliándose al “viejito” que se inventó una mentirosa Liga Contra la Corrupción.

@germanayalaosor

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