El fracaso de la especie humana

Por ALONSO OJEDA AWAD

Volvió la guerra, ese monstruo de mil cabezas que nos ha perseguido sin piedad desde los prehistóricos momentos en que acosados por fieras, debió refugiarse la especie humana en las profundidades de las cavernas para procrear y dar vida a sus descendientes. El milagroso dispositivo mental que logró desarrollar en su cerebro y que se conoció como la inteligencia, le permitió superar sus profundas debilidades, pero a la vez comenzó a desarrollar el ego y una ambición desmedida que a la larga se convirtió en el verdadero cáncer de la especie, que hoy parece llevarlo a su inminente desaparición.

Hace 77 años se terminó la Segunda Guerra Mundial, que dejó la aterradora cifra de más de 30 millones de muertos, millones y millones de heridos, además de haber devastado pueblos y ciudades con una crueldad sin límites. Para continuar ese ciclo de muerte y violencia Estados Unidos por primera vez en la historia sangrienta de la humanidad dejó caer sobre la población civil indefensa de Hiroshima y Nagasaki las dos primeras bombas atómicas, que en pocos minutos borraron de la vida a miles de sufridos ciudadanos japoneses, inocentes civiles que murieron victimas de una guerra nuclear que se iniciaba, en pavorosa afrenta a la humanidad.

Muchos pensaron que no volvería a haber más guerras y que no llegaríamos a la Tercera Guerra Mundial. Ha existido suficiente claridad que de presentarse no habrá “vencedores ni vencidos”. Sobra decir que las potencias mundiales se han dedicado todo este tiempo a construir un inmenso arsenal atómico, que en caso de requerirse no dudaran en lanzarlo a sus contrarios generándose la destrucción, para siempre, de este hermoso lugar del universo conocido como el Planeta Azul.

Ya han comenzado a manipular sus piezas en el tablero atómico. EE. UU. en medio de esta profunda crisis política y económica que padece, trata de poner de su lado a las mezquinas repúblicas europeas, mientras valiéndose de la OTAN busca enfrentar a Rusia y generar una guerra continental, en la cual no tendremos ninguna salvación. Rusia, temerosa de tener una cadena de misiles atómicos atenazándola, desde repúblicas del antiguo Pacto de Varsovia y hoy descaradamente al lado del capitalismo gringo, decidió invadir a Ucrania y exigir que no puede formar parte de la OTAN por ser una república perteneciente al gran imperio ruso.

Así anda esta terrorífica situación. Qué iban a pensar las asustadas mujeres y hombres primitivos que experimentaron la ayuda espontánea de la inteligencia manifestada en la elaboración de lanzas con fragmentos cortantes de piedra, que esta cualidad hermosa de la especie humana, seria miles de años después la encargada de hacer desaparecer al planeta Tierra.

¿Dónde se perdió el gran proyecto humanístico acunado en la solidaridad y los Derechos Humanos de toda la especie, junto a los derechos de los animales y la Madre naturaleza? En el mismo lugar donde aprendió la humanidad que el hombre es un lobo para el hombre y desde allí comenzó a extraviar sus pasos, al parecer para siempre.

En todo caso, cuando perdió el horizonte y extravió los caminos de la compasión y el amor a la especie, comenzó su fracaso descomunal como especie humana y labró el inexorable destino de su destrucción.

NOTA LUCTUOSA. Murió en Cartagena de Indias el sociólogo e inolvidable amigo de sueños y esperanzas Javier Jaramillo Jaramillo. Vuela alto compañero, hacia las nubes blancas que te esperan. Mis profundas condolencias a su afligida familia: Su señora esposa Luz Marina Trujillo y a sus hijos Juan Fernando, Luis Miguel y Jorge Eduardo. Gloria eterna a su memoria.

@alonsoojedaawad

Sobre el autor o autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial