Sí, el mundo está en revuelta contra el sistema neoliberal y una globalización que solamente favorece al 0,1% más rico, o sea, a los ultra ricos, dejando por fuera a las clases bajas, medias, medias altas y aún altas que no pertenecen a esa minoría oligárquica.
El 5 de diciembre en Francia el pueblo volvió a levantarse contra la propuesta de reforma a las pensiones del presidente Emmanuel Macron, bien llamado el presidente de los ricos. Pero en verdad, como en todas partes, los franceses también están cansados con las políticas neoliberales de su gobierno. El domingo 8 de diciembre entraron en paro los agricultores franceses y alemanes.
Tenemos movimientos de protestas en Líbano, Chile, Irak, Argelia, Ecuador, Haití, Honduras, resistencia a la derecha en Bolivia, Brasil y Paraguay. Lucha por la autodeterminación en Cataluña y el país vasco. Crecimiento de las fuerzas progresistas en Estados Unidos, Inglaterra, Portugal, Finlandia y otros países europeos.
Aunque se perdieron las elecciones en Uruguay y hubo un golpe de Estado en Bolivia y en Brasil ganó la extrema derecha, los partidos de izquierda son mayoritarios en esos países. En Venezuela Maduro se sostiene y está negociando con la oposición democrática; esto es una buena noticia. Estados Unidos ya acepta al chavismo porque sabe que ella es la mayoría y se ha olvidado de cualquier intervención militar; allá no creen en Guaidó, ni en el grupo de Lima ni en Colombia, según declaraciones del secretario de Estado Mike Pompeo.
El concierto del pasado domingo 8 de diciembre fue algo multitudinario, que no se esperaba por ser día festivo y de diciembre. Por lo menos 300.000 bogotanos disfrutaron de este carnaval a favor del paro y contra las medidas neoliberales del gobierno Duque.
Pudimos apreciar la alegría, el entusiasmo, el fervor y la decisión de la multitud policlasista, pluripartidista, y de muchos sectores sociales que defienden sus propuestas y reafirman sus quejas y no se van a rendir.
Que falta de realidad la del gobierno y sus asesores, que viven minimizando el movimiento. Los artículos de Mauricio Botero, Escobar y otros son llenas de mentiras, distorsiones y argumentos falaces. Como lo he repetido, lo peor que le puede pasar a un gobierno es no reconocer la realidad y tratar de manipular las protestas, esperando que se debiliten, que con diciembre desaparezcan. Están muy equivocados; esto va a seguir por mucho rato si no cede el gobierno y acepta negociar, no dialogar para tomar el pelo. Somos muchos los que participamos en este movimiento, no somos ignorantes ni tontos, y no nos van a engañar.
Una última reflexión: señores del gobierno, asesores y sus intelectuales, dejen de hablar de la mayoría silenciosa. ¿Quién dijo que los que no salen a la calle están en contra del paro? Yo he salido con mi esposa, pero buena parte de mi familia y amigos están con el movimiento, pero no salen siempre por diferentes razones, y así sé de muchos amigos. Además, las encuestas muestran que la mayoría de los colombianos está con el movimiento de protesta y el paro.
Y en todo este movimiento, Bogotá es el ejemplo: la ciudad rebelde, la ciudad que da el ejemplo a Colombia, a Latinoamérica y al mundo.