Mañana entraré al colegio,
le dijo el burro a la burra,
espero no se te ocurra
censurar mi privilegio.
Eso me parece regio,
le respondió la pollina;
mas la intriga me conmina,
a preguntar: ¿cómo has hecho
con cerebro tan estrecho
y memoria de gallina?
Pues, ocurrió en Santander,
dijo el burro con presteza,
estando allá en mi dehesa,
un alguien me vino a ver.
Muy tarde vine a saber,
cuando ya iba en la carreta,
que era una maldita treta;
y que mi ingreso al salón,
pasaba por el fogón,
en lomo, posta y chuleta.
¡Ah perversa corrupción
la de empresarios ladrones,
que para ganar millones,
dañan la alimentación!
Ofrecen la buena opción
con menú de sitio fino,
y a cambio dan mortecino
de desecho y mala crianza
y actúan en acechanza,
sacrificando pollinos.
¿Qué hacer, pregunta la gente,
con esa ración barata?
No contratar delincuentes;
que el gobierno sea decente
y no se robe la plata.
GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ
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