El consultor y estratega político Ancízar Casanova es más conocido en Santander (donde reside) que en el resto del país, pero ha venido haciendo unos méritos que ya lo proyectan en un plano internacional. Fue él quien predijo que Rodolfo Hernández podría pasar a segunda vuelta cuando nadie daba tres pesos por el ingeniero, y acaba de ganar tres estatuillas de los codiciados Napolitan Victory Awards, que son como los premios Óscar de la estrategia política.
En entrevista con El Unicornio habla de sus logros, asegura que “si el Pacto Histórico llega unido a 2026 en un solo partido las posibilidades de continuar son más altas”, y analiza la coyuntura política nacional.
Usted acaba de ganar tres Napolitan Victory Awards. Cuéntenos el detalle.
Son unos premios muy prestigiosos que entregan en Washington (EE. UU). Estamos felices porque obtuvimos estatuilla en tres categorías especiales. La primera, Excelencia en una campaña de gobierno, por el concepto general de la rendición de cuentas de los 100 primeros días de gobierno del alcalde de Floridablanca, José Fernando Sánchez. La segunda, Excelencia en creatividad de video, por la película que hicimos para esa rendición de cuentas. Y la tercera, Spot del Año como logro viral: un trabajo que hicimos para la campaña del general Juvenal Díaz, hoy gobernador de Santander.
Antes se llamaba Victory Awards y luego le agregaron Napolitan. ¿Por qué?
Porque Joseph Napolitan es conocido a nivel mundial como el padre de la comunicación política.
¿Qué significan para usted estos premios, como estratega político?
Sobre todo el reconocimiento internacional. Nos genera una gran satisfacción y ratifica que somos un equipo preparado para asumir las responsabilidades de nuestros clientes. Además nos abre puertas y afianza los espacios donde trabajamos. Ratifica un esfuerzo que se hace en creatividad y con responsabilidad.
Las tres estatuillas fueron por trabajos realizados en Santander. ¿A nivel nacional también trabaja?
Claro: tenemos presencia en 11 de los 32 departamentos. Los trabajos de Santander fueron los favorecidos, pero estamos muy metidos en Cundinamarca, Huila, Tolima, Valle del Cauca, Meta, Antioquia y Valle.
Sus clientes básicamente son políticos, ¿verdad? En qué consiste ese trabajo.
Todo en la vida exige planificación y ejecución. Y una campaña electoral no es ajena a esto, es lo que se llama asesoría estratégica. Hacemos primero un diagnóstico del entorno del candidato, los rivales, su concepto ideológico y su propuesta. Y organizamos todo de manera que genere conexión con los electores, para que sea el más votado.
En el espectro político hay una variedad muy grande de tendencias. Cuando usted va a trabajar con un cliente, ¿se fija en su tendencia política?
No, absolutamente no. Nosotros no practicamos ninguna tendencia ni ideología política. Revisamos que haya sinergia en la manera de entrevistarnos, de conocernos. Pero no nos fijamos si trabaja con el partido A, B o C.
¿Como el director técnico de un equipo de fútbol, digamos?
Tal cual. O como un abogado. O como un cantante. Cuando contratan a un artista, él no pregunta si le va a cantar a gente de izquierda o de derecha. Lo de director técnico es una buena comparación, porque en una temporada estamos con un equipo, pero en la siguiente podemos estar con otro. Así es nuestro trabajo, es nuestra dinámica y así nos ha funcionado. Llevamos más de 20 años en el mercado.
Tal vez el estratega político más conocido es J.J. Rendón, de clara tendencia derechista. Y a usted muchos lo identifican como el J.J. Rendón de Santander. ¿Estoy equivocado?
A J.J. le ha funcionado su tendencia, pero yo siempre he dicho que no hay sistemas únicos o infalibles. Si a uno le funciona una cosa, no quiere decir que al otro le funcione igual. Hay muchas caminos para llegar a Roma. Si usted me pregunta por lo ideológico, yo creo que hay cosas buenas en los partidos de derecha y en los de izquierda. Para la muestra un botón: ¿cuál es el partido más desprestigiado de Colombia en este momento? Alianza Verde. Hace cuatro años era el partido más transparente, pero hoy está enlodado por la corrupción hasta los tuétanos. Ahora bien, hay gente muy positiva dentro del Partido Verde, también en el Centro Democrático, en Cambio Radical, en La U, en los partido Liberal y Conservador.
Menciona usted un montón de partidos, pero no al Pacto Histórico. Si habla de lo bueno y lo malo, ya entrando en la cosa política, al gobierno de Gustavo Petro qué le ve de bueno y qué de malo.
Constituirse en un solo partido fue una muy buena decisión. Estaban demorados porque el Pacto Histórico no es un partido sino una coalición de vertientes de izquierda y centroizquierda. Es una decisión estratégica positiva. Lo malo es que han sido por completo incoherentes con su propuesta de campaña. Se presentaron como el cambio y no ha habido ningún cambio real. Lo que la gente les reclama es que plantearon un manejo distinto y llegaron a hacer lo mismo.
¿Qué es para usted lo mismo?
Escándalos de corrupción, mermelada, etcétera. Lo bueno es que la oposición a Petro predijo una hecatombe, una catástrofe financiera, cosa que no ha pasado. La economía de Colombia viene mal hace diez años y hay recesión económica, sumado a una pandemia que desaceleró la economía mundial. Petro ha asumido retos onerosos, por ejemplo con el fondo de la gasolina; él se hubiera podido quedar quieto y seguir engordando la deuda. Un tiro en el pie se lo pegó con la reforma a la salud, por la manera en que la presentaron y como intentaron hacerla aprobar, a las patadas.
¿Qué va a pasar con este gobierno en los dos años que le quedan?
Petro al final de su gobierno va a conservar un nicho importante de votos, pero no los suficientes para darle continuidad a su gobierno de izquierda. Además, interpreta uno que su candidata va a ser la doctora María José Pizarro, una mujer sin duda muy inteligente, pero cuya “originalidad” le impedirá cautivar los electores necesarios para garantizar el triunfo.
Algún columnista se refería al corte de pelo de María José Pizarro como algo que no le convenía. ¿Usted qué piensa de esto?
La apariencia física cumple una función determinante. A Duque lo hicieron presidente porque el uribismo entendió que los votos que alcanzó con Óscar Iván Zuluaga no le alcanzaban para ganar. Entonces buscaron a alguien que ‘cautivara’ a la audiencia, parecido a Uribe pero no viejo, sino joven. Carirredondo, porque la cara redonda encierra una connotación semiótica de amabilidad, de bonachón. Un hombre conectado con el fútbol, que cantara y tocara guitarra, y a la vez tuviera la capacidad de dar un debate. Y Duque supo hacerlo y cautivó, a diferencia de Zuluaga que no tenía ninguna gracia. Como producto de mercadeo político, lo lograron.
Esta era la oportunidad de los verdes, pero usted dice que el partido está desprestigiado por asuntos de corrupción. ¿O sea que ni izquierda ni derecha ni centro, que entre el diablo y escoja?
La respuesta es más sencilla de lo que parece y la da la física. El péndulo se fue a la izquierda y ahora se está devolviendo. En los próximos dos años el péndulo va a llegar hasta el centro. Una propuesta de centro que enamore a la derecha pero que no esté alineada con Uribe, va a tener mayor posibilidad de ganar las elecciones.
¿Pero no dentro del Partido Verde?
No. Yo lo descartaría. Ahora bien, si la derecha y la centroderecha llegan divididas, la izquierda y la centro izquierda tendrían una oportunidad para continuar el proceso que le dé continuidad al gobierno de Petro.
O sea: si este gobierno logra demostrar que su lucha contra la corrupción es sincera, y mejora la economía y se logra una verdadera reforma agraria, ¿podría convencer al país de continuar el proyecto del Pacto Histórico?
Colombia tiene unos segmentos muy definidos en la izquierda y en la derecha que son inamovibles. El que hoy es afín a Petro, aunque lo cuestione y no esté de acuerdo con muchas cosas suyas, seguirá votando por esa línea. Igual la derecha y los uribistas, esos no se mueven de ahí. Pero hay un segmento en la mitad, que es el voto de opinión que hoy se siente defraudado porque creen que no hubo el cambio que prometieron. Pero si el Pacto Histórico llega unido en su solo partido, las probabilidades de continuar son más altas.
Sobre un escenario hipotético, ¿qué cree que pasaría en una segunda vuelta entre María José Pizarro y Vicky Dávila?
Ganaría Vicky, sin dudarlo. Diferente sería Claudia López contra Vicky, porque Claudia logra cautivar más gente de centro, más voto de opinión, inclusive gente de derecha.
¿Y en una eventual segunda vuelta entre Claudia López y María José Pizarro?
Claudia.
¿Le queda algo por agregar?
El mundo está cambiando radicalmente y la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) hace mucho más exigente la comunicación. Por eso, a los que quieren participar en elecciones, les invito a que no dejen la campaña para los últimos seis meses, sino que empiecen a prepararse desde ya. Usted no puede ir a los Juegos Olímpicos a ganarse una medalla si comienza a entrenar seis meses antes.
Sobre el autor o autora
