La decisión de la Alcaldía de Medellín de demandar a los consorcios y aseguradoras del proyecto Hidroituango fue la razón que motivó la salida masiva de la junta de Empresas Públicas de Medellín (EPM), y también la de Ruta N, entidad gestora del ecosistema de innovación de la capital antioqueña.
Durante la campaña uno de los mensajes fuertes del entonces candidato Quintero fue que parte del problema de la central eléctrica Hidroituango reside en que EPM estaba controlada por una junta con intereses de los contratistas de la obra y por esta razón no actuaban con más contundencia para reclamarles por retrasos y errores cometidos en la hidroelécrica.
El mandatario paisa comenzó en medio de la polémica, una cadena de nombramientos vía Twitter, de quienes serán los nuevos integrantes de la junta. El primero que anunció Quintero fue Jorge Iván Palacio, abogado y jurista, expresidente de la Corte Constitucional y magistrado de la Corte Suprema de Justicia, además de su experiencia como docente de la Universidad de los Andes. Palacio ha sido miembro de la junta directiva de Hidroituango, representando los intereses de EPM, una ficha clave para seguir la línea de defensa de la iniciativa de demandar a los consorcios.
Las otras apuestas de Quintero para el nuevo gobierno corporativo de EPM son dos personas de grupos empresariales sin relación con el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), que había sido una de las principales críticas del alcalde a la junta anterior. Por un lado está la gerente de Publicaciones Semana, Sandra Suárez, exfuncionaria del gobierno de Álvaro Uribe, quien se desempeñó como ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo entre 2003 y 2006. Por otro lado, el abogado y doctor en jurisprudencia Alberto Preciado, un hombre clave del Grupo Santo Domingo.
El alcalde ahora es mirado con desconfianza por empresarios de la región, pero no le tembló la mano a la hora de tomar decisiones sobre la junta directiva de la segunda empresa más importante del país después de Ecopetrol, que ha sido ejemplo durante muchos años de eficacia y buena ejecución de los recursos en Medellín y Antioquia. Veremos cómo le sale la apuesta.