Tras leer la proclama del “pacto histórico” (coalición de siete partidos de centroizquierda) convocado por Colombia Humana, Margarita Rosa de Francisco dejó claro que quiere ser protagonista, esta vez no de una telenovela, sino del escenario político nacional. Pero no mediante un cargo público, como aclaró desde su cuenta de Twitter, sino acompañando al petrismo.
Esto quedó claro a raíz de la punzante columna que la destacada actriz lanzó contra Luis Carlos Sarmiento, dueño de El Tiempo, y que originó la respuesta de Luz Ángela Sarmiento, hija de Sarmiento, al lado del artículo de Margarita Rosa, defendiendo a su padre y a su grupo empresarial.
En su columna, titulada Dilema ético, Margarita Rosa afirma que “poco a poco, he ido asomándome con más curiosidad y a medida que abro los ojos siento más indignación, más horror y más ganas de intervenir en la discusión pública. A pesar de que opinar en contra de ciertos temas en un medio ‘oficial’, como este, no es recomendable, cada vez me queda más difícil mirar para otro lado; y ahora con más razón, cuando se acercan las elecciones”.
Luego la actriz se hace varias preguntas: «¿Cómo hacerme la desentendida cuando, todos los días –por vías alternativas–, periodistas de gran trayectoria y basados en investigaciones muy serias denuncian los alcances de la corrupción empresarial asociada con la política, las autoridades de justicia, el paramilitarismo y el narcotráfico? ¿Cómo no pensar en personas más innombrables que “el innombrable”, dueños de todo el país, que financian las campañas de presidentes como el que hoy nos malgobierna? ¿Cómo no empezar a gritar que no es “el que diga Uribe”, sino el que diga el más innombrable e intocable de todos, ese que alguna vez se ufanó de mandar a confeccionar leyes a su medida?».
Luz Ángela Sarmiento, pese a reconocer en Margarita Rosa una pluma suprema, dice que “es inaceptable cuando lanza falsas acusaciones contra mi padre, como ‘ese que algún día se ufanó de mandar confeccionar leyes a su medida’. Qué fácil es echar aspersiones al viento, hablar de “algún día” ¡sin tener que probar, o seriamente argumentar nada! O cuando habla del “monopolio abusivo del sistema bancario que él ha creado”. Eso tristemente solo demuestra una gran ignorancia de los componentes del sistema bancario en Colombia, de sus regulaciones y funcionamiento. Y cuando dice que “denuncian constantemente sus clientes por las redes”. Nuevamente, desconocimiento del sistema”.
Ya Margarita Rosa había estado inmersa en otras polémicas. La más reciente fue el pasado 26 de enero, tras la muerte del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, cuando retuiteó el trino de Gina Montealegre, quien cuestionó los muertos por las masacres y asesinatos de líderes sociales: “Dizque luto nacional. Todos los días una masacre, todos los días 400 muertos por Covid, y solo hasta ahora salen con eso? Nos están diciendo en la cara que la vida no vale nada, a menos que sea la de un miembro ilustre del gobierno”.
En diciembre pasado Antonio Caballero publicó en su columna de Los Danieles una petición especial a Margarita Rosa de Francisco: “Espero que la bella Margarita Rosa no se deje de convencer por los cantos de sirena de Petro y de Bolívar, y no termine convertida en candidata de Petro a la vicepresidencia”. En este sentido ella cumplió a medias la solicitud del columnista: aunque dejó claro que no aspira a ningún puesto público, si se dejó convencer por los «cantos de sirena» de Petro y Gustavo Bolívar.
En esa ocasión, De Francisco escribió en El Tiempo: “Hace poco, en diálogo con Gustavo Bolívar y Gustavo Petro a propósito de la lectura de sus columnas semanales, no pude comenzar sin antes revelarles el prejuicio que tenía hacia mí misma, pues sentía que no tenía las credenciales para preguntarles nada ni para hablar especializadamente de política con ellos. Petro contestó algo tan obvio que me dio hasta un poco de vergüenza no haberlo recordado yo antes: dijo que la gente es la que hace la política, no los políticos”.
La impresión que queda es que «los Gustavos» van a intentar convencerla de nuevo para que su participación política no sea solo de acompañamiento o en plan de alumna, como ella misma se califica. Al parecer la quieren en un cargo político, ya sea con una curul o como fórmula vicepresidencial.
Habrá que esperar a ver si la reina, modelo, actriz, presentadora, cantante, columnista y escritora (escribió el libro El hombre del teléfono sobre su relación con Jaime Garzón) ahora se convertirá en una política activista o sencillamente seguirá como una estrella mediática incondicional del petrismo.
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