Por DIEGO OTERO PRADA
El gobierno de Estados Unidos con sus subalternos en Europa y Latinoamérica invadieron en los últimos días las redes sociales con miles de trinos desinformando sobre lo que pasa en Cuba.
Y lo más doloroso es que supuestos progresistas y demócratas han caído en la trampa del imperio. Por ejemplo, tendencias trotskistas andan dedicadas a atacar duramente al régimen cubano, al que acusan de estalinista, sin hacer claridad sobre el origen de los problemas en Cuba. Así, se han convertido en aliados del imperio y de la ‘gusanera’ en Miami.
Si buscamos explicaciones sobre lo ocurrido en Cuba, tenemos, en orden numérico:
- Hay problemas económicos en Cuba, resultado de la pandemia y del inhumano bloqueo impuesto por Trump y seguido por el supuesto progresista Joe Biden. Hasta le han impedido a Cuba comprar ventiladores.
- El imperio no puede permitir a gobiernos progresistas que desarrollen economías fuertes, así que recurren a todos los mecanismos diplomáticos, jurídicos, económicos y ‘subversivos’ para impedir que estos gobiernos sean ejemplos para el mundo. Lo están haciendo con Cuba y Venezuela.
- Cuba tiene problemas, por supuesto. Por ejemplo, el servicio eléctrico, por daños en plantas y falta de combustible, no responde a la demanda. Hay plantas térmicas paradas por falta de repuestos, que no los pueden conseguir por el bloqueo de Estados Unidos.
- Por la pandemia, los ingresos en divisas por el turismo se cayeron, igual las remesas de cubanos en Estados Unidos por las prohibiciones del supuesto baluarte de la democracia.
- Al caerse los ingresos en divisas, se han limitado las importaciones de alimentos que no se producen en Cuba.
- Cuba no caerá. Lleva 60 años aguantando todo tipo de ataques y bloqueos. Ha resistido y resistirá.
- Cuba tiene el apoyo de Rusia, China, muchos gobiernos y partidos políticos y organizaciones sociales en todo el mundo.
- El centro de la ‘subversión’ se localiza en Florida, con el apoyo de representantes republicanos y la mafia cubana que huyó de Cuba, responsables de muchos asesinatos, torturas y vínculos con la mafia estadounidense.
- La policía cubana no anda armada, solo tiene bolillos para defenderse. Allá no hay Esmad.
- Las supuestas manifestaciones enormes según la prensa mundial de derecha son falsas. Hubo reuniones de cientos, no de miles. No es sino mirar las fotos reales de las manifestaciones para darse cuenta, no los montajes que crearon en Estados Unidos.
- No hubo heridos, ni muertos, ni mujeres violadas, ni torturados o desaparecidos, ni manifestantes que hubieran perdido un ojo. Qué diferente con Colombia. Y muy pocos presos.
- La desinformación de mayor calado ha consistido en utilizar imágenes de manifestaciones de otros lugares del mundo, como en Egipto durante la primavera árabe, para hacer creer que eran manifestaciones en Cuba.
- Todo se maneja desde Estados Unidos. Se crearon automáticamente miles de miles de tuits de una supuesta plataforma SOS Cuba para presentarlos como si hubieran sido escritos por cubanos.
- La respuesta del pueblo cubano fue impactante: millones salieron a las calles a manifestar su apoyo a la revolución.
- Inmediatamente el gobierno cubano, durante cuatro horas, explicó al pueblo lo que estaba ocurriendo, no negó los problemas, informó lo que estaba haciendo. Explicó muy bien todos los efectos del bloqueo sobre la situación, un bloqueo de 60 años.
- Muy bien la reacción del presidente López Obrador de México, de Alberto Fernández de Argentina, de la dirigencia boliviana. Igualmente el apoyo de Lula, Rafael Correa, Rusia, China y otros países.
- Terrible el señor Biden pidiendo a Cuba que oiga a su gente y dialogue. Señor, ¿por qué no lo ha hecho con Colombia o no lo hicieron con Chile, países donde si habido muertos, violaciones a mujeres, torturados, desparecidos, heridos, amenazados y represión a todo nivel, como en Colombia con el Esmad, con militares y con paramilitares de civil en las grandes ciudades?
- Muy mala la respuesta de los medios de comunicación del sistema, no se esperaba nada diferente de ellos. Pero sorprende la opinión del editorialista de El Espectador, carente de objetividad incluso cuando se refiere a las protestas en Colombia.
- Cínicas las expresiones del uribismo, del senador Macías, de Edwin Rodríguez, de las señoras Cabal, Valencia, Holguín y Guerra. Acusan de paja al gobierno cubano y no miran en su propio ojo la viga de lo que ocurre en Colombia. Aquí les echan la culpa a los manifestantes, y los matan.
- En Cuba esos cientos de manifestantes causaron destrozos y vandalismo, y de ahí se agarran los medios y políticos de derecha (y supuestos progresistas) para comparar lo de Cuba con Colombia. Allá no ocurrió un estallido social, mientras que en Colombia sí se dio una verdadera insurrección popular.
- Entre estos, el presidente Miguel Díaz Canel se hizo presente en las calles de San Antonio de los Baños, donde primero estalló la protesta. Escuchó a la población, explicó gravedades, reconoció malos manejos de situaciones, detalló esfuerzos de las autoridades, llamó a que el Partido y los revolucionarios jugaran su papel dando la cara a la situación, aclaró que solo la criminalidad sería castigada con el procedimiento legal, porque hubo vandalismo.
- Qué diferencia con Duque, escondido en su Palacio, un pusilánime que no es capaz de dar la cara a los jóvenes manifestantes, ni siquiera a los miembros del Comité del Paro.
- En Cuba hay salud y educación gratuita, nadie muere de hambre y el índice Gini de desigualdad es mucho mejor que el de Colombia, que está entre los 10 peores del mundo. Los servicios públicos tienen tarifas más bajas que las de Colombia. Hay un gran esfuerzo de investigación promovido por el gobierno. Se ha manejado muy bien la pandemia. Es el único país del mundo en desarrollo que tiene vacunas propias contra el Covid-19.
- Sí, es un gobierno de partido único, pero poco a poco se ha venido abriendo. Hay propiedad privada en el campo y en todos los sectores.
- Es el papel de todos los revolucionarios del mundo, de las fuerzas progresistas y demócratas que buscan mejor bienestar para sus pueblos, abogar por la no intervención en los asuntos ajenos e impedir subversiones financiadas desde el exterior contra Cuba y Venezuela.
Como dicen los cubanos: ¡Patria o muerte, Venceremos!
* Foto de portada, de la Deutsche Welle (Dw.com)