Por GERMÁN AYALA OSORIO
Los Danieles es un excelente portal de opinión, en el que reconocidos periodistas se juntan a leer sus columnas mientras entrevistan a ilustres personajes de la vida nacional. Se trata de un formato muy interesante y atractivo, que ha venido posicionándose con sobrados méritos entre la opinión pública.
Los textos de Daniel Samper Pizano, Daniel Coronell, Ana Bejarano y Enrique Santos Calderón suelen ser muy buenas piezas de análisis sobre hechos coyunturales de la vida política nacional, sus lectores los esperan con ansia todos los domingos. Caso aparte son las columnas de Daniel Samper Ospina, sujetas a un tratamiento o formato diferente: son textos satíricos propios de quien se asume como un referente del humor político, pero muy a menudo, al dejar salir sus posturas clasistas, sus sesgos ideológicos o su recurrente ‘Petrofobia’, cae en un humor ramplón, a veces cercano a la ridiculez.
Pues bien, esa combinación entre periodismo crítico y humor bufonesco les iba generando ayer un incómodo traspiés y el contundente rechazo desde un abundante número de cuentas de Twitter. Ante Los Danieles ‘compareció’ (es un decir) el general Pedro Sánchez Suárez, de la Fuerza Aérea, responsable directo de la Operación Esperanza que permitió dar con el paradero de los cuatro menores indígenas sobrevivientes de un siniestro aéreo, y que deambulaban perdidos por las selvas del Yarí.
La presencia del alto oficial estaba perfectamente justificada, pues rondan muchas inquietudes sobre el operativo indígena-militar que se montó para dar con el paradero de los niños. En particular, muchas preguntas sobre cómo pudieron sobrevivir durante cuarenta días y cuarenta noches en medio de una selva hostil.
La entrevista transcurrió en un ambiente cordial. El general, muy asertivo, contestó cada una de las preguntas de sus interlocutores, en compañía de dos periodistas invitados, Iván Serrano y Javier Patiño.
Cuando le llegó el turno a Daniel Samper Ospina de leer su columna, la leyó y luego preguntó a sus contertulios con evidente sorna si le querían dar la palabra al general Sánchez. Por tratarse de una sátira -para no decir diatriba- contra el gobierno de Gustavo Petro, la insinuación de Samper Ospina provocó entre sus colegas, excepto en su padre, una estruendosa carcajada. Coronell le contestó “no señor, no señor”, y lo sucedido produjo dos efectos inmediatos: el primero, la molestia del alto oficial, por ser subordinado del presidente de la República, comandante supremo de las fuerzas armadas. El alto oficial expresó su enfado, algo que no esperaban los entrevistadores y que en el decir popular se define como “un baldado de agua fría”. E ipso facto dejaron de reír. El único que al parecer se percató del gravísimo error en el que incurrieron con las risotadas fue Daniel Samper Pizano, padre del “irreverente” tocayo suyo.
El segundo efecto, consecuencia directa de semejante ‘boutade’, fue el rechazo generalizado de quienes vieron y escucharon la entrevista. Insisto, hasta la lectura provocadora de la columna del periodista-humorista, la entrevista fue agradable y muy bien manejada.
Con base en lo anterior, me atrevería a decir que esa columna burlona de Samper Ospina no debió leerse delante del general Sánchez. Le faltaron al respeto tanto el autor del texto, como los demás colegas que se expresaron con carcajadas al final de la lectura. ¿Acaso esperaban que el oficial aplaudiera tan venenosa columna contra su superior directo, el presidente Petro?
Lo cierto es que el brigadier general no cayó en la ‘celada’ que, acudiendo a la buena fe nuestra y de Los Danieles, preferimos pensar no fue intencional. Fue por ello que el entrevistado sentó su voz de protesta, al tiempo que dejaba claro su respeto y obediencia al presidente Petro, como era de lógica ocurrencia.
Sin duda se trató de un suceso bochornoso, la primera vez que en honor a la verdad ocurre en Los Danieles, pero justo cuando las audiencias venían reclamando de medios y periodistas tratamientos responsables y ajustados a la realidad de los hechos.
A modo de obligada conclusión, harían bien Los Danieles en revisar el formato, pues a lo mejor quien les está restando audiencia y sobre todo seriedad es Daniel Samper Ospina.
* Foto de portada, tomada de Pulzo