Sin que exista una declaración pública que así lo determine, se palpa cierta polarización o relaciones tensas entre los periodistas que trabajan para medios hegemónicos y los que lo hacen para medios alternativos. El tema salió a flote a raíz de ciertas dudas que cayeron sobre la Revista Raya, medio alternativo que irrumpió con revelaciones de documentos oficiales que darían cuenta de prácticas dolosas de la vicefiscal Martha Mancera, hoy encargada de la Fiscalía debido a que la sala plena de la Corte Suprema dilata, dilata y dilata la elección de la nueva fiscal general de la Nación.
Lo de Revista Raya tiene que ver con informes periodísticos con los que reporteros de varios medios independientes y alternativos, como Raya, cuestionan a Martha Mancera, por cubrirle las espaldas a alias ‘Pacho Malo’ y por sus presuntas relaciones con mafiosos del norte del Valle del Cauca, según los informes publicados.
Las inquietudes en La W y en Mañanas Blu por las periodistas Camila Zuluaga y María Camila Díaz, quienes confrontaron a los periodistas de Raya sobre quiénes los financian, si reciben aportes estatales o del gobierno de Petro; su cercanía con RTVC (medio estatal) y en general, por sus investigaciones sobre las andanzas de Mancera.
La W invitó a Edinson Bolaños y Sonia Cifuentes, director y productora respectivamente de Raya, para que despejaran ciertos interrogantes sobre “quiénes están detrás de la revista”. María Camila Díaz lanzó las dudas al aire sin darle la oportunidad a sus colegas de contar de dónde surgió el proyecto periodístico y la creación de la fundación que lo sostiene. Cifuentes fue categórica al decir que no hay nadie detrás de Raya y que un puñado de profesionales, que decidieron apostarle a un periodismo distinto, alejado claro está, de las dinámicas y los intereses corporativos y políticos de los medios y los periodistas tradicionales.
La pérdida de legitimidad y credibilidad de medios hegemónicos como RCN, Caracol, Semana, El Colombiano, El País y El Tiempo, entre otros más, viene propiciando la irrupción de proyectos periodísticos quijotescos como Raya, Cuestión Pública, Vorágine, El Unicornio y La Nueva Prensa, con el objetivo claro de hacer el periodismo que les está vetado a sus colegas de los medios tradicionales.
Mientras que La Nueva Prensa, Cuestión Pública y la Revista Raya se han puesto a la tarea de develar las andanzas de Mancera, medios del Establecimiento como La FM o El Colombiano hacen ingentes esfuerzos por lavarle la cara a la fiscal general (e), poniendo en duda las versiones de los funcionarios de la propia fiscalía que señalan y cuestionan a Mancera.
Sin duda alguna la irrupción de medios alternativos constituye un hecho periodístico de gran valía: estamos ante la democratización de la información. El periodismo puede ser uno solo deontológicamente hablando, pero en su praxis diaria emergen dos tipos de periodistas: los que se paran en la raya hasta que la verdad de los hechos la conozcan las audiencias ,y los que actúan como estafetas del viejo establecimiento, ocultando las maneras como opera en realidad el régimen de poder en Colombia desde tiempos inmemoriales.
Hay medios tradicionales que le siguen apostando a que la interinidad de Mancera se extienda en el tiempo a un beneficio para los poderosos agentes económicos y políticos que hacen parte de lo que se conoce como el Establecimiento colombiano.
@germanayalaosor