Fundado en julio de 2019 en la ciudad mexicana del mismo nombre, el Grupo de Puebla busca promover políticas progresistas en América Latina y de integración regional. Entre sus fundadores se encuentran presidentes, expresidentes, activistas y académicos de doce países de América Latina, y España.
En su declaración inaugural, el Grupo de Puebla se presentó ante el mundo como un contrapoder a los gobiernos de derecha que dominan el panorama político en América Latina.
El Manifiesto Progresista fue propuesto el pasado 30 de marzo y plantea recuperar el rol activo y protagónico del del Estado, promover la justicia fiscal implementando impuestos directos y progresivos dirigidos a grandes empresas y actores del sistema financiero, la creación de valor de las cadenas sociales de producción con eslabones productivos incluyentes, una nueva arquitectura financiera regional conformada por una red de bancos regionales enfocados en el financiamiento sectorial, y refinanciar la deuda externa apoyando un mecanismo financiero internacional para la superación de la crisis.
En cuanto a las urgencias sociales desatadas por la crisis pandémica, el Manifiesto Progresista propone establecer una Renta Básica Solidaria por el período que duren los efectos de la pandemia, asumir la salud como bien público global construyendo sistemas universales de salud pública, separando la investigación y la producción de medicamentos de los criterios asociados al mercado; además de combatir el racismo estructural y todas las formas de discriminación como la lesbofobia, homofobia, transfobia y todas aquellas relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género.
Por otro lado, en el ámbito jurídico, el Grupo de Puebla, en conjunto con el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), reafirmó su compromiso contra las guerras jurídicas o Lawfare y contra la guerra híbrida que perjudica a las democracias de la región, recortando derechos políticos de plataformas o partidos progresistas.
También, entre muchas temáticas relevantes, el apoyo al multilateralismo y a la multipolaridad mediante una reforma del sistema de Naciones Unidas para fortalecerlo; una convergencia de mecanismos de integración subregional; y dar un especial énfasis en defender a Cuba, Nicaragua y Venezuela de las agresiones e injerencias de potencias o terceros Estados, promoviendo una solución pacífica de los conflictos mediante soluciones democráticas y negociadas.
«Nuestra región experimenta una nueva ola de gobiernos neoliberales que insisten en promover los intereses y privilegios de una élite socioeconómica a costillas del desarrollo de nuestros pueblos, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social, a la vez que debilita nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el Estado de Derecho, la vigencia de los derechos humanos y el ambiente», decía el comunicado.
En su encuentro del pasado 30 de marzo Ernesto Samper Pizano, expresidente de Colombia; Marco Enriquez- Ominami, excandidato presidencial de Chile; y Aloizio Mercadante, exministro de la casa civil de Brasil, coordinadores del Grupo de Puebla, le encargaron a Clara López Obregón, miembro fundadora de la organización, compartir el Manifiesto Progresista con María José Pizarro, Iván Cepeda, quienes también hacen parte de la agrupación, y a los miembros parlamentarios del Grupo de Puebla, Antonio Sanguino y Ángela María Robledo. Adicionalmente, le pidieron a la exministra de trabajo que también entregue el documento a Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Rodrigo Lara, Angélica Lozano, Juan Fernando Cristo, Juan Manuel Galán, Camilo Romero, Carlos Caicedo, Carlos Amaya, Roy Barreras, Alexander López, Humberto de La Calle, Antanas Mockus, Inti Asprilla, Aida Avella, David Racero, Jaime Caycedo, Jorge Robledo, Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo, Victoria Sandino, Jorge Londoño, Guillermo García Realpe, León Valencia, Germán Navas, Gabriel Becerra, Antonio Navarro.
La antesala de este documento, estuvo a cargo del Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, quien saludó el evento de presentación del Manifiesto.
Finalmente, en su Manifiesto Progresista el Grupo de Puebla resalta que “nos urge trabajar en un proyecto político que conmueva y convenza a los supervivientes del viejo modelo, de que aún existen en América Latina y el Caribe utopías alternativas posibles. La utopía posible que hoy nos reúne es la construcción del nuevo ser progresista latinoamericano: más solidario en lo social, más productivo en lo económico, más participativo en lo político, más pacífico con la naturaleza, y, sobre todo, más orgulloso de su condición de ciudadana y ciudadano de América Latina y del Caribe».