Hablemos de tiples y reguetón

Tiple:

Daniel Coronell enfatizó en su “Reporte” que el tiple es antioqueño y, aunque después añadió que también es de allí, de allá y de acullá, se armó una polémica tremenda porque apareció el cuento de que un grupo de antioqueños está buscando declarar a Antioquia como la cuna del tiple.

Se armó la pelea. Alguien dijo que el general Francisco de Paula Santander tocaba tiple, que le había enseñado otro santandereano. Otro dijo que, si fuera por regiones, Cauca tiene registro de tiples del año de upa. Y otro dijo que afortunadamente la pelea fue en redes porque si no hubiera habido pata y puño, y que en Bucaramanga saldrán mil tiplistas a protestar por la ignominia.

Como ave de paz salió Luis Guillermo Aguilar, de Cortiple, antioqueño hermano de los santandereanos, a apagar candelas y a confirmar que la pelea no existe, que los antioqueños reconocen el liderazgo de Santander y que lo único que hay de cierto es que el tiple es colombiano, y punto.

Todos terminaron abrazados, como siempre (abrazos virtuales, claro), muertos de risa, y se entendió que el propósito de la tal pelea era poner en la palestra este instrumento nuestro, tan nuestro, y que se hable de él. Se logró.

Reguetón:

Desde la semana pasada se anuncia en medios antioqueños regionales, con bombos y platillos, el Diplomado de Reguetón en la Universidad Pontificia Bolivariana, que becará a 250 jóvenes.

Brincó airado el maestro John Jairo Torres de la Pava, cantautor, gestor cultural y creador de Serenata, a averiguar si la cosa va en serio o se trata de una broma, aunque la información se está divulgando por medios formales. Como dice él, «no le cabe a uno en la cabeza que la Universidad vaya a promover un “género musical” de tan baja calidad armónica, melódica y textual, en el que la mujer es cosificada y en el que muchas de sus “canciones” son invitaciones para desbordar las más bajas pasiones, la vulgaridad, el sexo casual, la droga, el alcohol y la violencia».

El maestro Torres cita un estudio publicado por The Wall Street Journal, que encontró «estilos musicales que podrían truncar la inteligencia, y el reguetón es uno de esos estilos [debido] a que sus melodías y rítmicas repetitivas impiden la estimulación cognitiva…». (Ver estudio).

Me imagino las asignaturas: Fundamentos del Insulto Corto; Degradación de la Mujer I y II; Ininteligibilidad Idiomática; Armonía Monotonal; Exclamaciones Guturales I y II.

Todavía no ha obtenido respuesta de la UPB. Esperaremos.

Mensæ tegumentum. En serio: los mil tiplistas sí saldrán el próximo sábado, 7 de septiembre, al puente Alejandro Galvis Ramírez, pero para buscar un récord Guinness, y abrazarse en la música y en la identidad colombiana. Bienvenidos todos.

@PunoArdila

Sobre el autor o autora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial