Oyendo al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, es claro que el gobierno seguirá avanzando en reformas tributarias basadas en el ingreso y el patrimonio de las personas naturales, creyendo, falsamente que con esta estrategia será posible superar el déficit de caja, que hoy se acerca a los 20 billones de pesos y que tendrá efectos muy nocivos sobre la inversión pública en 2024, seguramente también en 2025.
En Colombia hay 520,000 personas que ganan más de 10 millones de pesos y sobre ellos tiene el puesto el ojo el Ministerio de Hacienda a través de la DIAN. El 42% cuenta con ingresos entre 10 y 12 millones de pesos y el 26% están entre 12 y 15 millones de pesos mensuales. Ambos grupos son los más perjudicados con las decisiones tributarias que toma el gobierno colombiano, porque esas cifras representan los ingresos brutos, o sea, aquellos a los que aun no se les han descontado las retenciones y contribuciones, ni sus deudas en materia inmobiliaria y educativa; ni el peso de la inflación mensual. Con este 68% de lo que llaman “ricos”, muy seguramente el gobierno nacional va a tener ingresos insuficiente e incluso, si sigue apretándolos, las cifras se van a volver decrecientes.
La mayor carga tributaria corresponderá a 170,000 colombianos que tienen ingresos superiores a los 15 millones de pesos, que debido a la carga tributaria hoy ven restringido el gasto y en buena medida, por esta circunstancia, se explica que el crecimiento general de la economía siga siendo bastante pobre por la vía del consumo.
Las autoridades tributarias tienen la concepción de que es necesario subir las tarifas para aumentar el recaudo, a pesar de que cuentan con la posibilidad de imponer unas tarifas más bajas de renta para estimular el gasto, y de esta manera mejorar las cifras del tributo por la vía del impuesto sobre las ventas y el impoconsumo.
Si el Estado le quita a la gente el dinero para gastar, es evidente q ue no se estimula la inversión y, por lo tanto, no moverán los factores que le dan dinamismo a la economía y que de contera le permiten al gobierno obtener un mayor recaudo.
Los anuncios del ministro de hacienda son la demostración de que en Colombia hay una inocultable inseguridad tributaria, que permite la improvisación de medidas y que impulsan anuncios que espantan la inversión privada.
En esta coyuntura solo se han revisado los impuestos nacionales. Habrá qué indagar sobre qué está ocurriendo con los impuestos municipales y departamentales, que también tienen una relación directa con la forma cómo se comporta la economía y que se evidencia en los tributos por industria y comercio y por transacciones inmobiliarias, especialmente.
Si la economía de los territorios se paraliza por la vía del gasto público, los efectos serán desastrosos.
@humbertotobon