Jaime Garzón advirtió sobre Uribe, pero el país lo tomó a chiste

Por JORGE GÓMEZ PINILLA

Cada 13 de agosto se recuerda un aniversario más de la muerte de Jaime Garzón y es inevitable que la memoria nos lleve a sus personajes, a sus bromas, a su risa. Pero también a la crítica que había detrás de todo lo que hacía, nos mostraba cómo las personas con poder también se burlan del país, aunque de otra manera, con sus mentiras y sus robos constantes al erario.

Algunas veces nos enviaba mensajes que no entendíamos, solo nos reíamos, pero en el fondo había una alerta, un “colombianos, pellízquense con lo que viene”. Pero no fuimos capaces de interpretarlo así, o no quisimos comprender lo que nos mostraba con su humor.

Varios de esos mensajes tenían que ver con Álvaro Uribe Vélez y su «peligrosa» presencia en la vida nacional.

En el capítulo 74 de la serie Garzón Vive, de RCN se muestra una escena donde Jaime, en el consejo de redacción de Quac (el noticiero-parodia que él presentaba) dice lo siguiente: “La guerrilla ahora son todos poderosos, masacran pueblos, secuestran batallones enteros y tienen el poder infinito que les da el dinero de la droga”.

Uno de sus compañeros de trabajo le dijo que ese era un tema muy complejo y que nadie había hecho nada al respecto, a lo cual Garzón respondió: “Nadie no, tal parece que ahora el remedio es peor que la enfermedad (…) Porque qué tal ese nuevo gobernador de Antioquia, el tipo pretende crear grupos armados civiles para enfrentar a la guerrilla, es decir que ahora la solución está en tomar la justicia por nuestras manos”.

Y más adelante dice: “¿A quién se le ocurre crear un grupo armado por fuera de la ley para enfrentar a otro que es igual?”. 

Ya hablando del Jaime Garzón real, pero esta vez personificando al vigilante del Edificio Colombia Néstor Elí, en el mismo programa de Quac, al final cuando tocan la puerta, él se pregunta: “¿Serán los militares, los paramilitares, las autodefensas, los periodistas, las autodefensas campesinas o quién será? Huy ¿cómo dice el señor Álvaro Uribe, gobernador de Antioquia? No, él salió a conseguir más armas”. Luego se despide de la periodista, cierra la puerta, y se asoma entre las persianas para volver a decir: “Ese doctor Álvaro Uribe Vélez no sabe si la guerra es para civiles o para militares ¿será que sin armas no se puede convivir en este país?”.

De otro lado, Godofredo Cínico Caspa también le rindió un homenaje a Uribe. Hablamos del personaje chapado a la antigua, hasta en su vestimenta, cuya mente quedó enclaustrada en el siglo XIX, crítico radical de los cambios y defensor del gobierno de siempre y de las instituciones, así cometieran graves errores. Es una especie de Paloma Valencia, pero con bigote y corbatín.  

Godofredo hablaba así de Álvaro Uribe: “Que orgullo patrio sentí al ver la revista esta Semana que trae en la tapa al pacifista y cooperativo dignísimo gobernador de Antioquia Dr. Álvaro Uribe Vélez, un hombre de mano firme y pulso armado, líder que impulsa con su aplomado cooperativismo pacíficas autodefensas y el iluminado en los soles de Baruch ha dado en llamar Convivir. Acierta la revista Semana en cabeza del diligente vástago de César Gaviria al proyectar sobre el escenario nacional a esa neolumbrera neoliberal de esta nueva época caray. Es que a Álvaro le cabe el país en la cabeza; él vislumbra este gran país como una zona de orden público total, es decir como un solo Convivir, donde la gente de bien por fin podamos disfrutar de la renta en paz como debe ser. ¡Y será él quien por fin traiga a los redentores soldados norteamericanos, quienes humanizarán el conflicto y harán de Uribe Vélez el dictador que este país necesita! ¡Buenas noches!”.

Ya en referencia al Jaime Garzón de “carnitas y huesitos”, también fue muy claro al decir: “Si uno analiza a Álvaro Uribe, Álvaro Uribe es peligrosísimo”. Eso lo dijo en una charla que él ofreció a los estudiantes de comunicación social de la Universidad Autónoma de Occidente, cuando decía que los medios intentan vendernos todo, incluso que el dirigente antioqueño es lo mejor.

Lo tragicómico del asunto reside en que Garzón quiso advertirnos a todos los colombianos sobre este “personaje” siniestro durante el gobierno de Ernesto Samper, cuando aún faltaban más de cinco años para que Uribe llegará al poder. Garzón fue asesinado durante la presidencia de Andrés Pastrana, en 1999… y nunca comprendimos la advertencia. 

Y hoy seguimos pagando las consecuencias.

@Jorgomezpinilla

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