Por LEONEL PÉREZ BAREÑO
Hoy se cumple medio siglo de la partida del más grande de la música ranchera. Nació en Dolores Hidalgo, Estado de Guanajuato, en 1926, a cuatro horas por carretera de la ciudad de México. José Alfredo solo vivió 47 años. Hoy tendría 97 años, si la cirrosis hepática no se lo hubiera llevado tan rápido.
Tuvo unos cincuenta amoríos, tres esposas y seis hijos. Sobrevive su hija Paloma, quien dirige el museo de su padre, donde su abuelo tuvo la farmacia que generaba los ingresos principales de su hogar.
Compuso 300 canciones, que fueron interpretadas por él y por Pedro Infante, Jorge Negrete, Miguel Aceves Mejía, Lucha Villa y Chabela Vargas. Era un genio, que desde los nueve años comenzó a escribir canciones tan exitosas como ‘El jinete’.
Fue considerado el cantor del despecho, el desamor, la derrota de los pobres, la cantina y el Tenampa. Su inspiración nació de sus primeros once años en el pueblo natal y su adolescencia y adultez en la capital mejicana.
Actuó en 24 películas y visitó algunos países vecinos. Al final de su vida gozaba de inmenso reconocimiento en Latinoamérica, pero de muy poco dinero en su cuenta bancaria.
En su última canción: ‘Gracias’, rememora su desorden financiero y su fe en que las canciones y el amor del pueblo no morirán con el final de su existencia. Tuvo toda la razón. En el universo de la población hispanohablante no hay una sola persona que no haya entonado alguna vez sus más sonados éxitos: ‘El rey’, ‘Cuando nadie te quiera’, ‘El último trago’, ‘El caballo blanco’, ‘Camino de Guanajuato’ .
Su tumba es uno de los principales atractivos de Dolores. Un enorme sombrero y un sarape con todo colorido se extienden por entre jardines bien conservados. Junto a el, yace su madre que lo acompañará por toda la eternidad.
José Alfredo Jiménez, el más grande de la canción ranchera, fue también destacado jugador de fútbol y como arquero estuvo en un equipo de primera división.
Al final de su vida, tres años antes de partir, se casó con la famosa cantante Alicia Juárez, con quién vivió un borrascoso romance de 17 años, repleto de giras, canciones, mariachis y toda clase de excesos alcohólicos.
Gloria por siempre al cantor de una nación que nos ha brindado las más bellas melodías y letras nacidas del fondo del alma de México.
* Leonel Pérez Bareño, es de Tame (Arauca), sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia.
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