Quien puso el tema sobre el ardiente asador fue Ramiro Bejarano en su columna dominical de El Espectador, cuando advirtió que en sectores empresariales se ha puesto en marcha la ‘cláusula Petro’. Esta obraría como una estipulación en los contratos que se suscriban, mediante la cual las partes “pactan que el contrato solo empezaría a ejecutarse si Petro resulta vencido en las elecciones presidenciales, o que se deje sin efectos si llegare a convertirse en presidente».
Ya en las elecciones de 2018 se había hablado de esta cláusula Petro, a la que los empresarios habrían recurrido debido a la incertidumbre que les producía si el exalcalde de Bogotá llegaba a la presidencia.
Así lo confirmó el mismo Bejarano en su cuenta de Twitter: “Increíblemente, el presidente de Fedelonjas reconoce que la Cláusula Petro en los contratos sí se viene aplicando desde la pasada campaña presidencial. Les quedó gustando la ilegalidad de proponer una estipulación que viola la ley y el orden público”.
El semillero de Investigación Fusiones y Adquisiciones de la Universidad de los Andes explicó que “empresarios, comerciantes y particulares empiezan a recurrir nuevamente a la denominada “cláusula Petro”, una figura que busca suspender la exigibilidad de los compromisos adquiridos durante la etapa de negociación y formación contractual. Así, las obligaciones adquiridas por las partes se sujetan al cumplimiento de una condición: que Petro no sea elegido presidente para el período 2022-2026”.
Según este grupo de investigadores, “el pacto de arras es una de las figuras que previó el ordenamiento jurídico como garantía de ejecución y celebración del contrato prometido. En los mencionados contratos de promesa de compraventa de bien inmueble, el comprador entrega una suma de dinero previamente pactada a título de arras. De modo que el cierre de la relación del negocio está sujeto al resultado electoral y, de ganar Petro, el comprador podrá retractarse perdiendo las arras entregadas. En el tráfico jurídico, la figura permite a las partes eximirse de la responsabilidad contractual por incumplimiento al pre-comprar la posibilidad de incumplir y no concluir la relación contractual”.
Así mismo, el senador Iván Cepeda advirtió: “Lo que se ha llamado como la cláusula Petro significa que sí él llega a triunfar, los contratos que se suscriban van a quedar sin efectos, pues eso además de ser una represalia política y una presión indebida al electorado puede generar una situación abiertamente ilegal y es generar un pánico económico. Eso muestra que hay sectores muy poderosos del país que están jugando en forma antidemocrática y utilizando mecanismos de presión para evitar que el resultado que se dé en las elecciones, se traduzca en unas relaciones civilizadas y democráticas de un nuevo Gobierno”.
Mediante su cuenta de Twitter, León Valencia también se manifestó: «La “Cláusula Petro” es una verdadera irresponsabilidad de empresarios y personas fanáticas en un ambiente de crispación social y de reclamo airado de las clases medias y pobres del país a las élites, van a ahondar la inconformidad y van a fortalecer a Gustavo Petro».
De otro lado, el abogado Jaime Lombana consideró que con dicha cláusula no se está incumpliendo ninguna norma. “El postulado de la autonomía y la voluntad privada y de artículo 333 de la Constitución que claramente dice como la actividad económica y la iniciativa privada son libres dentro de los límites del bien común. El hecho de que se ponga la cláusula Petro, no entró en discusiones políticas, este debate me parece que es jurídico, el hecho que se incluya esa cláusula es un reconocimiento y un fortalecimiento a la voluntad popular, es reconocer como muy posible o posible que gane el Dr. Petro la presidencia. Si yo libremente puedo donar mis bienes si todo negocio está sometido a la voluntad de las partes, yo no veo porque esa cláusula vaya a afectar el orden público. No veo porque va a haber pánico económico, ante una cláusula que tampoco es inmoral”.
En la misma orilla el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, dijo sobre la cláusula: «Si existiera, todo el mundo tiene derecho a hacer el negocio cuando quiera. Yo no soy abogado, no le puedo decir si es legal o no”. El que llegue a ser elegido tendrá que tener en cuenta que la actividad empresarial es vital para que cualquier programa pueda ser ejecutada en el futuro”, finalizó.
Lo anterior indicaría que la cláusula Petro ya es una realidad que están poniendo en práctica algunos empresarios colombianos.