Por GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ
La pifia monumental
de Duque con su “querí”,
despertó gran frenesí
de redes, en espiral.
El soporte argumental
de su español, está en veda;
y en este toque de queda,
-mientras que la gente goza-
a él se lo enseñó Barbosa,
el de la Sergio Arboleda.
La pandemia nos azota,
nos oprime, nos asusta,
y, lo que menos nos gusta,
es que la mente alborota.
La afectación ya se nota
y de manera letal,
porque la tara mental
en el hablar de la gente
hace que hasta el presidente
sea un disparate verbal.
Mientras tanto la vacuna
sigue muy embolatada;
mejor dicho, ¡qué embarrada!
no hemos conseguido ni una.
Y… si tenemos fortuna,
con el enfriador ya listo,
como no estaba previsto,
llegarán el mes entrante,
aunque el gobierno ignorante
no lo haya podido ‘visto’.
Los vecinos ya empezaron
la inmunización sabida,
con la dosis conseguida
porque pronto la compraron.
Mientras los de aquí ensayaron,
variadas ofertas, uy,
como de Nariño el cuy,
nos dejaron enjaulados,
en larga fila enredados,
pues quedamos atrás… muy.