La “colombianada” de Katherine Juvinao

Termina 2024 con la congresista Katherine Juvinao pillada mientras intentaba vapear dentro del recinto legislativo. Esto tiene todos los ingredientes de lo que se define como una “colombianada”, o sea la práctica común de violar las normas pese a saber de su existencia.

Las trasgresiones casi siempre se hacen desde lugares de privilegio. La señora Juvinao sabía de la existencia de la norma que prohíbe fumar y vapear en recintos cerrados, por cuanto dicha ley fue aprobada estando ella en el Congreso. Es decir, se legisla para que sean otros los que estén obligados a cumplir las normas. Los y las congresistas estarían exentos de acatar las medidas por su condición privilegiada.

La monumental trastada de Juvinao se dio en medio de la discusión del proyecto de reforma al colapsado sistema de salud (Ley 100 de 1993) por cuenta de la avaricia de presidentes y miembros de juntas directivas de las EPS y el silencio cómplice de gobiernos y ministros de salud anteriores. Lo curioso es que en el pasado, Juvinao criticaba fuertemente a las EPS y al sistema de salud. En algún momento, en un trino, lo calificó de «asesino». Hoy defiende a dentelladas ese mismo sistema y a las prestadoras de salud que en el pasado se prestaron para el desvío de millonarias sumas de dinero que terminaron invertidas en condominios y clubes privados.

Estaba en un espacio cerrado y, al verse pillada por la cámara de televisión, intentó esconder el vapeador. Sin duda alguna, una “colombianada” que, además de infantil da cuenta del perfil taimado de la congresista que se confirma políticamente porque se hizo elegir con las banderas del progresismo, pero luego, como veleta ideológica, terminó defendiendo las ideas de la derecha y optó por oponerse a las reformas sociales que el país demanda en materias de salud y trabajo.

En las redes sociales la imagen sirvió para que las bodegas y algunos perfiles petristas aprovecharan la oportunidad para cobrarle el “error”. Entonces, vinieron los memes y juegos de palabras con su apellido Juvinao: la llaman ahora Katherine “Fuminao” a raíz de la cómica escena de la que fue protagonista. El matoneo durará posiblemente otras 24 horas, hasta que aparezca un nuevo hecho, cómico o no, que ponga de nuevo de presente que estamos en medio de una insondable crispación ideológica y política. Lo que posiblemente no se olvide es que la “colombianada” que protagonizó la congresista no solo dice mucho de ella, sino de lo que somos como sociedad.

Creo que la señora Juvinao sufrió una confusión temporal, esto es, se adelantó en el tiempo a su legítimo sueño de irse a vivir a una isla, después de “hacer 2 Cámaras y 2 Senados” como lo dijo en un video privado que se hizo público. Una vez cumpla su sueño, en aquella imaginada isla, podrá vapear todo lo que quiera, así termine desconociendo el artículo 49 de la Constitución Política que en un aparte dice: “toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad”. Se trata, sin duda alguna, de una ética del autocuidado que Juvinao parece no practicar.

ADENDA: en las disculpas públicas que ofreció Juvinao evitó hablar de la vapeada. “Me disculpo con la ciudadanía por lo sucedido ayer en plenaria». Ese acto de habla también dice mucho de su talante, pues bien pudo dar explicaciones de su conducta. 

@germanayalaosor

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